- En el transcurso de los actos celebrados en torno al Día de Santiago, patrón de Galicia y de España, en Santiago de Compostela, el rey Felipe VI realizó ayer un llamamiento a fortalecer la unidad del Estado español. El monarca afirmó que “la Corona simboliza su carácter de puente entre pasado, presente y futuro; simboliza la continuidad de nuestra nación en la historia como comunidad política, cultural y humana”. Es más, llamó a “cultivar sin descanso esos principios” -la tolerancia, respeto por la diferencia y el firme deseo de unir pueblos y culturas- para “cimentar los caminos de unidad, solidaridad y concordia que aseguran nuestra convivencia en democracia y libertad”.
No pasaron desapercibidas esas frases de Felipe VI, más si cabe en un tiempo político en el que el Gobierno busca tender puentes con Catalunya. Pero el monarca optó por hablar de “unidad”, como ejemplificaría la figura de Santiago Apóstol. “Alrededor de él, como en los abrazos que le dedican los peregrinos, se unió España y se unió Europa”, subrayó en la parte de su intervención realizada en gallego. O la misma “cultura xacobea que inspira desde Galicia la unidad de España, su cohesión y su progreso -así como el proyecto europeo que nos liga a muchas naciones de nuestro continente- irradia ahora un mensaje que debe ser atendido. Nos dice que los pueblos se construyen sobre su personalidad y también sobre lo que tienen en común con otros pueblos, con ese sentimiento de fraternidad”. Acompañado por su esposa la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, la representación política contó con las vicepresidentas del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz (ambas gallegas) y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Según el rey, “la España que compartimos hoy es una obra colectiva en la que los sueños de muchos antepasados se plasmaron en una convivencia democrática”. Y lanzó un guiño a Galicia. “Somos una nación vinculada por el pasado, por el presente y por el futuro, que vive y se expresa en lenguas y culturas tan ricas como la gallega”.
Dejando de lado mensajes de corte político, también tuvo palabras para abordar la crisis sanitaria del covid-19. “Una de las experiencias más duras que guardamos en la memoria”, manifestó. “En muy poco tiempo nos vimos inmersos en una situación desconocida que ha cambiado hábitos, costumbres y rutinas y, sobre todo, que ha llevado al corazón de muchas personas temores, incertidumbres, preocupaciones y, en muchas ocasiones, tristemente, un profundo dolor por quienes nos dejaron”.
Por eso, en momentos como el actual, Felipe VI ve “imprescindible tener faros que alumbren y que marquen la dirección en la oscuridad”. Uno de ellos, afirmó, lo representan “los ciudadanos que, con su solidaridad y entrega, con un gran sentido cívico, volcaron todos los esfuerzos ayudando a sus semejantes”. Previa a la ceremonia religiosa, la Familia Real ocupó un podio ubicado en la plaza Obradoiro para escuchar el himno de España frente a las tropas. Posteriormente, Felipe VI pasó revista a los militares. Tampoco faltaron los cazas de la Patrulla Águila del Ejército del Aire -siete, en concreto-, que pintaron con los colores de la rojigualda el cielo de Santiago de Compostela.
“La Corona simboliza su carácter de puente entre pasado, presente y futuro”
Rey de España