- El Gobierno Vasco quiere entrar en harina con la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez. La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, reclama al Ejecutivo de Pedro Sánchez que concrete ya y baje a la letra pequeña con las 27 transferencias que recoge el calendario de negociación para cumplir de manera íntegra el Estatuto de Gernika. Fuentes del Departamento centran sus demandas a la nueva ministra en que “mande las propuestas de traspaso de cada una de las materias pendientes”. A este calendario, se suma la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, que surgió sobre la marcha por ser una prestación social de nueva creación en el Estado. Está completamente bloqueada por las resistencias del ministro Escrivá a firmar un traspaso total que suponga que la prestación social se tramite y se pague desde Lanbide, sin la fiscalización ni la autorización de la Seguridad Social. Garamendi rechazó la oferta a la baja de Madrid sobre este traspaso hace dos meses y el asunto no termina de moverse, aunque en algunos ámbitos se señala que Escrivá va a tratar de realizar movimientos para redoblar el diálogo. La consejería quiere negociar ya sobre ofertas por escrito, también en el resto de materias pendientes.
Fuentes de la consejería consultadas se mantienen, mientras tanto, a la espera de cuadrar una reunión. Consideran que sería positivo que ese encuentro pudiera cerrarse antes de agosto o durante agosto. Supondría romper el hielo con la nueva ministra y empezar a construir una relación que necesariamente vuelve a empezar desde cero por el relevo de Miquel Iceta en el Ministerio de Política Territorial que ahora ocupa Isabel Rodríguez.
Antes de que se produjera este relevo, Iceta había trasladado de manera informal a Garamendi su disposición a hablar sobre cuatro transferencias. En concreto, además del IMV, mostró su voluntad sobre el traspaso de las líneas de tren de cercanías, la inmigración (para que Euskadi ejecute la legislación para los permisos de trabajo y la integración, entre otras materias) y la ordenación del litoral, con el convencimiento de que no tendría que ser tan complicado incorporar esta materia al haber competencial vasco si otras comunidades que han reformado y actualizado sus estatutos también la gestionan ya. Pero, sobre todo en el caso concreto de la ordenación del litoral, no se fue más allá de la declaración de intenciones. Esta negociación está pendiente de retomarse y concretarse en un cruce de papeles. Los dos gobiernos están pendientes de avanzar tras el acuerdo para gestionar las prisiones, el transporte por carretera, el código bibliográfico ISSN y el edificio sede del Distrito Marítimo de Ondarroa.
Garamendi y Rodríguez, como ya informó este periódico, se han mensajeado y han quedado en cuadrar agendas para conocerse en persona e intercambiar pareceres. Eso sí, no se ha hablado de la agenda ni del orden del día. Y lo que reclama Garamendi es que se envíen propuestas de traspaso de cada una de las materias pendientes para poder avanzar sobre cifras y planteamientos jurídicos y políticos concretos. El Gobierno español está dando señales de que quiere dejar sentadas algunas bases para el próximo ejercicio antes de los días de parón vacacional en agosto. La propia Rodríguez tiene en agenda una reunión con Catalunya, en la Comisión Bilateral, para abordar cuestiones cotidianas como las inversiones en infraestructuras o las propias transferencias. Tendrá lugar el 2 de agosto.
En paralelo, otros ministerios están tratando de dejar encarrilados otros compromisos, como el techo de gasto; y, desde Presidencia, Félix Bolaños también ha cuadrado ya varias reuniones con los grupos para el mes de septiembre. Con independencia de que la reunión se produzca o no, Garamendi pone el énfasis en que los trabajos arranquen. Hace unas semanas lanzó como declaración de intenciones que las transferencias no entienden de vacaciones ni cambios de gobierno, y que el retraso acumulado de más de cuatro décadas para cumplir el Estatuto exige una especial diligencia y dedicación.
El Gobierno Vasco no espera un cambio de rumbo político que trunque esta negociación. Al margen del relevo de las personas al frente del ministerio, lo importante para Garamendi es que existe un compromiso político previo que vincula a la acción del Gobierno español. La propia Rodríguez ha querido matizar en sus comparecencias públicas que su designación no supone un cambio de hoja de ruta, sino que seguirá la dirección marcada por Pedro Sánchez.
En cualquier caso, el ajetreo de idas y venidas en el área de Política Territorial supone un motivo de inquietud añadida para el PNV, en la medida en que ya son cinco titulares los que han pasado por esa cartera y, cada vez que se produce un relevo, la relación tiene que empezar desde cero y poner al corriente al sucesor de las materias que se estaban abordando, además del tiempo de gracia para que nombre a su nuevo equipo.