Las largas colas de espera en los colegios electorales antes de depositar el voto en las urnas se han convertido en la imagen más repetida de las primeras horas de este 4-M, que está transcurriendo con absoluta normalidad en una mañana muy soleada.
Esta afluencia ha quedado reflejada en el aumento de participación en dos puntos con respecto a los comicios autonómicos de 2019 en esta Comunidad Autonómica. Según el dato oficial facilitado por Presidencia del Gobierno madrileño, un total del 28,4% del censo ya había votado para las 13 horas.
Esta respuesta ciudadana no tiene una especial significación en el posible signo de los resultados finales ya que se esperaba una alta movilización como consecuencia de las llamadas a la participación que se han venido cruzando desde las dos orillas en liza, la izquierda y la derecha.
Representantes de la mayoría de las candidaturas coinciden en mantener intactas sus esperanzas. Desde el PP se insiste en que la victoria va a ser muy amplia con respecto a sus más directos rivales, mientras en la izquierda se confía precisamente en un progresivo aumento de la participación para consolidar su esperanza de dar un vuelco espectacular a todos los sondeos.
Cabe señalar que un tracking realizado por encargo de uno de los partidos mayoritarios ha confirmado durante las primeras horas de votación que el PP se podría acercar e incluso conseguir la mayoría absoluta, mientras PSOE y Más Madrid llegarían a un empate de escaños. Esta igualdad representaría para los socialistas una pérdida de 12 parlamentarios regionales con respecto al triunfo alcanzado hace dos años.
En cuanto al desarrollo de las votaciones, sin especial incidencia más allá de las tópicas anécdotas en la constitución de algunas mesas y las escrupulosas medidas higiénicas y sanitarias en los locales habilitados para las votaciones, señalar las protestas contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, después de ejercitar su derecho al voto..