El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo ha insistido este miércoles en que quiere formar un gobierno tras las elecciones del 4 de mayo "sin extremos" y ha indicado que no van a seguir "el modelo que se haya seguido en otro lugar" en cuanto a pactos.
En una entrevista con 'Telecinco', recogida por Europa Press, Gabilondo ha señalado que las alianzas se hacen desde lo que los representantes eligen y según "su voluntad".
"Aquí en Madrid no vamos a seguir el modelo que se haya seguido en otro lugar. Vamos a hacer lo que tengamos que hacer por Madrid y eso es un gobierno sin extremismos y que sea progresista y no fallido y estéril como hasta ahora", ha aseverado Gabilondo al ser preguntado sobre que diga que con "este Pablo Iglesias (candidato de Unidas Podemos)" no quiere gobernar y en el Gobierno de España gobiernen PSOE y Unidas Podemos.
Sobre Iglesias, ha dicho que no está "de acuerdo" con su planteamiento de estas elecciones entre "fascismo, comunismo..." y se ha preguntado por qué no se está "hablando de vacunación, reconstrucción social y de resolver los problemas de los ciudadanos".
En este punto, ha trasladado que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, convocó elecciones porque su gobierno fue "fallido". Además, considera que por parte de los socialistas ha habido suficiente "lealtad institucional" pero que no les ha escuchado a sus propuestas al estar "orientada hacia Vox".
"Gobierno excepcional y serio"
El candidato socialista ha aprovechado una vez más para dirigirse a los votantes de Cs para que opten por "una alternativa al gobierno fallido que se ha vivido en Madrid". "Yo no quiero una opción extremista ni extremada, sino un gobierno excepcional y serio para parar el Gobierno de Colón", ha lanzado.
En otro orden de cosas, Gabilondo ha vuelto a insistir en la necesidad de la vacunación en los centros de salud para evitar "largas colas, destinar ayudas directas ya de 80 millones de euros a la hostelería y ha insistido en que si gobierna durante estos dos años no tocará la fiscalidad y los madrileños "no pagarán ni un euro más".