- Pedro Sánchez se ha decantado por evitar una nueva polémica con sus socios de Unidas Podemos, y culpa al PP del bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Coloca todo el peso en los populares y les exige que levanten el veto a los dos nombres que propone la coalición de Pablo Iglesias: la exdiputada Victoria Rosell, y José Ricardo de Prada, cuya sentencia sobre el caso Gürtel fue decisiva para hacer caer al Gobierno de Mariano Rajoy y que prosperase la moción de censura del propio Pedro Sánchez, unos antecedentes que complican también al presidente realizar un pronunciamiento que cuestione su valía como juez. Sánchez dirigió toda la presión hacia el PP tras la repentina ruptura de las negociaciones para renovar el órgano de gobierno de los jueces, un bloqueo que se anunció con nocturnidad en la madrugada del viernes cuando todo parecía marchar viento en popa. Se atribuye lo sucedido al reforzamiento de Podemos en la negociación y a la intención de Sánchez de sellar la paz con sus socios tras unas semanas para olvidar, donde han intercambiado reproches por las leyes de igualdad, el Ingreso Mínimo Vital o los alquileres. El PP, por su parte, no cede. Mientras tanto, el PNV quiso volver a contribuir ayer al desbloqueo con sus posicionamientos públicos en clave optimista y constructiva, asegurando por boca de Aitor Esteban que lo que no ha sido posible esta semana podría materializarse en la próxima, según dijo a Euskadi Irratia.
Cuando todo parecía marchar sobre ruedas con el deshielo entre el PP y el PSOE sobre el Consejo de RTVE, las negociaciones quedaron bloqueadas en la madrugada del viernes. Pedro Sánchez compareció ayer ante la prensa para pedir al PP que “ceda” y “haga renuncias”, “sin vetos”. De hecho, sin citarlos expresamente, puso en relieve “el currículum acreditado” de las dos propuestas de Podemos, así como su “valía” profesional. Pidió a la oposición que “recapacite y rectifique” porque, a su juicio, el Gobierno español ya ha dado todos los pasos que podía dar. En Unidas Podemos se sienten reforzados por haber saldado con éxito la negociación sobre la radiotelevisión pública española sin ser excluidos, y ahora aprietan para que el PSOE se zafe por completo del PP y recupere la reforma para rebajar las mayorías necesarias en el Congreso de los Diputados para designar a los vocales.
El presidente del PP, Pablo Casado, explicó ayer al comité de dirección de su partido que veta a Rosell porque rechaza las “puertas giratorias entre política y justicia” y no quiere que se incorpore la actual delegada del Gobierno contra la violencia de género, y a De Prada lo rechaza porque “sería un fraude de ley” en la medida en que este juez no ha sido propuesto por sus compañeros para el turno de los doce vocales jueces, y no puede entrar por la puerta de atrás en el turno de los juristas, reservado para los académicos o abogados, entre otros. Este hecho no oculta lo mucho que escuece al PP la candidatura de De Prada, el artífice de la caída a los infiernos de Rajoy. El PP dice que “las peleas internas” entre los dos socios de gobierno han provocado que el acuerdo “descarrile”. Tras escuchar a Sánchez, el PP se mantuvo en sus posiciones, y le escamó que Sánchez no llegara a responder a los periodistas cuando se le preguntó cuál será su próximo paso, en alusión a las posibles reformas que puede aprobar el Gobierno español. Sánchez solo dijo que los pasos que pueda dar el PSOE se irán comunicando a medida que se sustancien, aunque evita por ahora la reforma de las mayorías.
“Son las peleas internas entre el PSOE y Podemos las que han descarrilado el diálogo”
Secretario de Justicia del PP