- Como una isla en medio de la tempestad que preside las relaciones entre el PSOE y el PP, ambos partidos han alcanzado su primer gran acuerdo para renovar una de las estructuras del Estado, el Consejo de la radiotelevisión pública española, RTVE, con la presidencia de José Manuel Pérez Tornero. Este acuerdo, que se considera un pacto de Estado en la jerga madrileña, supone que ambos partidos inicien un deshielo momentáneo en plena pugna por la gestión de la pandemia del coronavirus, donde el PP tiene una posición inclemente ante el Gobierno español de coalición que gestionan el PSOE y Unidas Podemos. Puede ser también la antesala de un acuerdo sobre el Consejo General del Poder Judicial, que lleva dos años en funciones, lo que supone un atasco sin precedentes. Se aplazará unos días más porque la composición no está cerrada del todo, aunque algunas fuentes aseguran que marcha por buen camino.
El PNV se ha implicado en estas negociaciones, sobre todo, con el propósito de que se ponga fin a un bloqueo insostenible. A partir de ahí, las fuentes jeltzales consultadas por DEIA admiten que las sensibilidades periféricas, como el PNV y la disuelta CiU, siempre han tenido representación en este órgano y creen positivo que se mantenga esa dinámica, al menos, a través de la participación del PNV en el diálogo. Sin embargo, los jeltzales aclaran que no les mueve mantener su cuota (se considera que en la actualidad la representa Enrique Lucas), y que no van a tener un representante en sentido estricto, sino que están participando y proponiendo nombres para hacer de puente en el equilibrio entre progresistas y conservadores. Este efuerzo de encaje tiene como principal escollo el veto cruzado del PP y Podemos. Los jeltzales también participaron en el acuerdo de RTVE, además de Podemos, que quiso esgrimir su participación para avisar al PP de que tampoco aceptará vetos en el poder judicial. El de RTVE era un pacto urgente que había que votar ya en el Congreso, como se hizo ayer.
En algunos ámbitos se apunta que el nudo gordiano lo constituye la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (que probablemente será mujer), y en otros se pone el peso en las resistencias de Podemos a que el PP pueda vetar nombres próximos a su entorno, como el de Victoria Rosell, o José Ricardo de Prada, el juez de Gürtel que desencadenó la caída en desgracia del Gobierno de Rajoy. Otros hablan de que Podemos podría presentar nombres de perfil similar, pero diferentes. Se espera, eso sí, un equilibrio entre conservadores y progresistas. Quedan por delante otros órganos como el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo, para el que suena el socialista Ángel Gabilondo.
El poder judicial presidido por Carlos Lesmes evitó ayer nombrar al nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y ha aplazado la proclamación al próximo jueves. Desde la jubilación de Juan Luis Ibarra, ejerce en funciones Garbiñe Biurrun. La falta de acuerdo entre PP y PSOE sobre el CGPJ lastra la renovación del tribunal vasco.
El acuerdo que ya se ha sustanciado es el de RTVE, con la sustitución de Rosa María Mateo. Se considera que la presencia de Juan José Baños en el órgano es también un guiño al PNV. Vox, Ciudadanos, EH Bildu y la CUP rechazaron participar en la votación, lo que no fue óbice para una amplia mayoría de 249 votos.
Las negociaciones entre el PSOE y el PP las han liderado el responsable de Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Han tomado velocidad tras las elecciones catalanas, y acarician un pacto sobre el CGPJ, que supondría poner fin al enredo y las propuestas para alterar las mayorías necesarias, o reformas para evitar que los vocales en funciones puedan hacer nombramientos. Incluso se habían producido advertencias desde Europa por estos planteamientos. Las conversaciones se han desbloqueado tras la conversación telefónica entre Pedro Sánchez y Pablo Casado.
“Es absurdo vetar a Podemos. Es obvio que participamos en las negociaciones”
Portavoz de Unidas Podemos