- Catalunya afronta la investidura en un escenario muy abierto, con dos posibles candidatos: Pere Aragonès, de ERC; y Salvador Illa, del PSC, lastrado por el veto de los soberanistas a su candidatura. Dentro de los diez días hábiles posteriores a la constitución del Parlament, habrá que celebrar el pleno de investidura. En el supuesto de que se agoten los plazos legales, la primera sesión tendría lugar el 26 de marzo a más tardar. El presidente del Parlament debe llevar a cabo una ronda de contactos para proponer a un aspirante con opciones, y someterlo a la consideración de la Cámara. En la primera votación se requiere de la mayoría absoluta del Parlament, es decir, un mínimo de 68 diputados. En la segunda votación le bastaría la mayoría simple, más votos a favor que en contra. Si ese intento también fracasara, comenzaría a correr el plazo de dos meses para volverlo a intentar. En el caso de que ninguna otra investidura prosperase en ese periodo de tiempo (en torno al 26 de mayo), el Parlament quedaría disuelto y se convocarían elecciones.
El escenario en Catalunya es muy abierto y en algunos ámbitos se especula con esa repetición electoral. Las elecciones se celebrarían al cabo de 54 días, es decir, en torno a julio.
En algunos ámbitos se está especulando con la posibilidad de que ERC mueva ficha para cortar el paso a la candidatura de Illa en la investidura, de manera que ni siquiera llegara a someterse a votación. No obstante, la intención del socialista sigue siendo presentarse para diferenciarse de la espantada de Ciudadanos en las anteriores elecciones. La suma de ERC, JxCat y la CUP suma 74 escaños y desborda la mayoría absoluta, aunque es complicada por las condiciones que pondrán a Pere Aragonès para que abrace la confrontación con el Estado. Por ello, ERC quiere incorporar a los comunes, pero JxCat se niega. En contra de Illa juega el documento de ERC que apuesta por vetar al PSC. Dificulta un Govern con ERC, los comunes y la CUP apoyado por el PSC, o uno de Illa con apoyo de ERC.