- El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Gasteiz mostrará en su exposición permanente varias de las fichas que los miembros de ETA rellenaban cuando ingresaban en la banda, con datos personales e incluso aficiones, y que esta guardaba en sus archivos.
Estas fichas fueron encontradas por la Policía francesa el 3 de octubre de 2004 en un zulo que fue encontrado en una vivienda a seis kilómetros de Baiona, según informaba ayer en una nota el Memorial.
Tal y como explicaba este centro, durante los años 70 y 80 los miembros de ETA al ingresar en la banda tenían que rellenar una ficha y aportar una fotografía de carné que se pegaba al formulario. En esa época los miembros de ETA se movían con libertad por Iparralde y ese sentimiento de impunidad los llevó a elaborar y conservar esta documentación.
Cada ficha contenía una serie de epígrafes, similar en todos los casos, que los nuevos miembros de ETA tenían que cumplimentar. Así, debían poner el nombre y los apellidos, fecha y lugar de nacimiento, dirección del domicilio, estudios o lugar de trabajo. Pero también había otros epígrafes como el “nombre revolucionario” (iraultzarako izena), el aparato de ETA en el que estaban encuadrados, si habían sido detenidos o lo que pensaban de la banda.
En otros epígrafes se mencionan los motivos por los que se unían a ETA, si tenían cargo en el seno de la banda, si habían colaborado con el grupo con anterioridad e incluso sus aficiones personales.
Las fichas muestran así una combinación de hobbies (mencionan la montaña, la lectura, otro confiesa ser “mujeriego”, etc.) con todo tipo de justificaciones de la violencia”, añade el Centro Memorial.
Entre las fichas está la de Pablo Gude Pego, muerto en un enfrentamiento con la Guardia Civil en 1984, que en ella aprovechó para delatar a un supuesto falangista que viviría “debajo” suyo en Errenteria y la de Francisco Javier Aranzeta, fallecido en 1980 , que es el único que desconfía y muestra su desacuerdo con que todos los etarras rellenen estas fichas por si caían en manos de la Policía, como así terminó sucediendo.
Esta documentación fue localizada en el marco de una investigación desarrollada por la policía francesa y la Guardia Civil que condujo a la detención de Mikel Albisu, Mikel Antza, y al descubrimiento de una red de zulos y arsenales de la banda terrorista. En concreto, el zulo donde fueron encontradas las fichas era “el archivo histórico” de la banda según declaró MikelAntza en el juicio celebrado contra él.