- Pablo Iglesias quiere apremiar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y, tras recordar que “el Estado es de todos” y no solo de la “derecha españolista española”, reivindicó no solo que Unidas Podemos participe de esa remodelación sino también ERC y EH Bildu, con quienes el Gobierno de coalición ha sacado adelante los Presupuestos. El vicepresidente segundo cuestionó ayer la actitud a su juicio antidemocrática del PP de querer excluir a estas fuerzas de la reforma de un órgano constitucional, “básicamente a unos por rojos y a los otros por catalanes o por vascos”.
“Les vamos a decir muy claro: el Estado no es un patrimonio de la derecha españolista española. Nosotros somos tan españoles como cualquiera y el Estado tiene que ser la expresión de lo que votan los ciudadanos”, argumentó Iglesias. A su entender, esa posición de bloqueo del PP “le sitúa fuera de la Constitución” y no deja al Gobierno de Pedro Sánchez “otra salida” más que reformar el sistema de elección. PSOE y Unidas Podemos registraron una proposición de ley para limitar las funciones del CGPJ cuando haya caducado su mandato, una iniciativa que quieren debatir en el Congreso antes de que acabe el año.
El PP replicó que tiene “voluntad de acuerdo” para la renovación de los órganos constitucionales con el único fin de fortalecer la imagen de independencia del Poder Judicial. Pero su responsable de Justicia y consejero madrileño, Enrique López, recalcó que no estarán en negociaciones donde se persigan “otros objetivos”, por lo que no pueden sentarse con Podemos, “un partido radical, que busca el arrumbe del orden constitucional, que está en contra del Pacto de Concordia del año 78, que cuestiona la Transición española, la jefatura del Estado, que mantiene ideas dirigidas a que se pueda reivindicar la independencia en Catalunya, y que dice que detener etarras es una cuestión del pasado”.
Para el dirigente popular, Sánchez “no tiene ningún tipo de duda en convertir al Estado en combustible para mantenerse en el poder, a cambio de codirigir la política española con dos partidos como ERC y Bildu, cuya decisión y voluntad confesada es la de acabar con el orden constitucional. Todo por un puñado de votos para aprobar unos Presupuestos que están manchados del independentismo radical catalán y de los herederos de ETA”. Iglesias, por contra, se felicitó de que las Cuentas construyan “una mayoría plurinacional”.