- Mientras se debate sobre la conveniencia de que desde Moncloa se proceda a allanar el terreno a los indultos a los presos del procés para desescalar el conflicto catalán; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, insta al movimiento soberanista a "recuperar la iniciativa y a pasar de la protesta a la propuesta", y en esta línea le emplaza a aprobar una ley de amnistía en el Parlament. El dirigente de la entidad social hizo este llamamiento mediante un correo enviado ayer a los socios de Òmnium desde la cárcel de Lledoners, en el que sostiene que la represión no se ha frenado, sino que se ha incrementado, y pone como prueba de ello la reciente operación policial "para criminalizar el soberanismo".
Con el objetivo de "transformar cada embate en un paso adelante", Cuixart pide una respuesta unitaria que se materialice en el Parlament en forma de ley de amnistía "para seguir denunciando el atropello de derechos que sufrimos", indica. "Exigimos la amnistía para casi 2.900 represaliados porque es la única solución colectiva y, sobre todo, para poder afrontar la resolución política del conflicto", sostiene el presidente de Òmnium, que afronta una condena de nueve años de cárcel. "Sin el fin de represión, el diálogo resulta imposible", asegura Cuixart.
Horas antes la consellera de Justicia, Esther Capella, había señalado que la amnistía es la "solución a todo, un reset, poner el contador a cero", advirtiendo al Gobierno español de que, si no opta por esa vía, "se perpetuará la conflictividad y no habrá solución política" para Catalunya. "Desde el punto de vista jurídico, todo se aguanta", consideró la dirigente republicana. "Todo lo otro, bienvenido sea si da salida a los presos desde un punto de vista personal: el indulto, la modificación del Código Penal, podemos discutir sobre el sexo de los ángeles en relación al Código Penal. Pero la solución no pasa por una redacción nueva, sino por la amnistía", argumentó la consellera Capella respecto a las opciones que baraja Moncloa.
En este contexto, el vicepresident Pere Aragonès tachó la llamada operación Volhov de "puro espionaje político" y afirmó que a las "cloacas del Estado" les produce "pánico que ERC gane las elecciones el próximo 14 de febrero". En su intervención al inicio del Consell Nacional extraordinario de Esquerra, destacó que el caso contra el entorno de Carles Puigdemont -donde todos los arrestados acabaron al día siguiente puestos en libertad con cargos- es "una nueva pieza de la causa general contra el independentismo" para "embarrar a un movimiento pacífico" con "sospechas de corrupción": "No nos desgastarán y no nos desmovilizaremos".
El también conseller de Economía y Hacienda avisó de que los "ataques" serán cada vez más duros según el independentismo va adquiriendo más fuerza, y que no será "la última vez que las cloacas intentarán hacer descarrilar" al movimiento secesionista. "Saben nuestros enemigos desde el Estado y desde las cloacas que si a ERC le va bien, el independentismo avanza; y si el independentismo avanza, este país es mejor", apostilló Aragonès, que pidió prepararse para "responder políticamente" y "juntos, unidos" a estos ataques.