- Miren Gorrotxategi centró su campaña electoral en la idea de forjar una alianza de izquierdas con EH Bildu y el PSE, donde su bancada, Elkarrekin Podemos, actuaría como bisagra. La sintonía entre PNV y PSE y su disposición a repetir su acuerdo de gobierno desactivaron la alianza por uno de los flancos, pero ayer quedó en evidencia que no se trataba solo de eso, sino que entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos existen intereses difícilmente conciliables que han aflorado a la superficie con la puesta en marcha de la Mesa del Parlamento. Elkarrekin Podemos, el partido que con mayor vehemencia ha defendido ese tripartito, firmó el viernes un pacto con PNV y PSE para garantizarse que mantendrá un puesto en el órgano parlamentario en contra del criterio de EH Bildu. El movimiento, que puede sorprender porque deja en la estacada a la izquierda abertzale, fue un mecanismo de defensa ante el reparto que planteaba EH Bildu, de pura matemática electoral, donde los jeltzales acaparasen tres asientos, la izquierda abertzale se quedara con los otros dos y Podemos desapareciera de la Mesa. Podemos quería preservar su puesto, y EH Bildu pretendía, por el contrario, que quedase clara su condición hegemónica dentro de la izquierda y su amplia distancia en escaños respecto al PSE y Elkarrekin Podemos, con la intención de apuntalar su discurso de alternativa al PNV.
En la primera ocasión que han tenido Bildu y Podemos para aplicar la alianza de izquierdas, cada uno ha defendido sus intereses y la grieta ha quedado patente, aunque está por ver si va a tener mayores consecuencias. El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU Iñigo Martínez aclaró ayer a Onda Vasca que no cree que este pacto suponga un distanciamiento. “Ha sido un acuerdo a tres en vez de a cuatro, pero la pluralidad del Parlamento Vasco estará representada en la Mesa, que era el objetivo tras la experiencia de la pasada legislatura”, contextualizó, para añadir después: “Cada formación tiene su programa electoral y compartimos cosas, lo que se verá en las votaciones del día a día. Ellos son el principal partido de la oposición, nosotros tenemos seis escaños y estoy seguro de que los escaños de izquierdas servirán para desarrollar políticas de izquierda que mejoren la vida de la gente”.
EH Bildu, por su parte, dijo que el pacto de PNV, PSE y Podemos no responde a la voluntad ciudadana expresada en las urnas ni a “contenidos políticos, sino a intereses partidistas”. Sin embargo, dio la sensación de evitar la crítica a Podemos y se centró en censurar, por ejemplo, que “no es proporcional que el PSE ostente la primera vicepresidencia cuando es la tercera fuerza”. Nerea Kortajarena defendió que, a la luz de los resultados, a EH Bildu le correspondían dos asientos, y que siempre ha estado dispuesta a negociar pero “en base a un acuerdo político”, y no de reparto de puestos “y salarios, en un simple reparto sin contenido político”.
Elkarrekin Podemos-IU no tiene demasiado margen para influir en un futuro gobierno PNV-PSE con mayoría absoluta y parece asumido que no va a renunciar a escenificar la coincidencia con la izquierda abertzale en propuestas concretas. Pero no es menos cierto que tampoco tendrán mayor recorrido las medidas que pacte con EH Bildu porque, aun en el supuesto caso de que tuvieran el apoyo socialista, no alcanzarían la mayoría absoluta. En los últimos días, Podemos ha lanzado mensajes a favor de una oposición constructiva. Se disputa parte del electorado con EH Bildu, que además se ha podido percibir como voto útil por el constante llamamiento de Gorrotxategi a la alianza de izquierdas.
“Compartimos cosas y se verá en las votaciones del día a día en políticas de izquierda”
Parlamentario de Elk. Podemos-IU
“No hemos querido un reparto de sillas y salarios sin contenido político”
Parlamentaria de EH Bildu