- Sobre la bocina, pero hubo fumata blanca. La negociación entre los ejecutivos vasco y español se desatascó tras una semana de intensas negociaciones y permitió que el lehendakari Iñigo Urkullu acudiera in extremis a la conferencia de presidentes autonómicos celebrada en La Rioja. Así, Euskadi arranca al Estado español una serie de concesiones trascendentales en el plano económico y de gasto público para hacer frente al delicado escenario de crisis post covid-19 y para salvar las Cuentas de este año. Un pacto que en la consejería de Hacienda consideran un "éxito" y que permite evitar los tan temidos recortes en las partidas públicas.
En primer lugar, ambas administraciones han pactado un déficit del 2,6% del PIB para Euskadi este año, lo que equivale a disponer de hasta 1.700 millones de margen en los mercados. Además, el acuerdo permite al Gobierno vasco que el nivel de deuda para este ejercicio sea del 15,9%. Es decir, Euskadi se podrá endeudar en total en 10.680 millones de euros, 1.280 más de los 9.400 previstos inicialmente para 2020. A este respecto, Euskadi había reducido el listón el pasado mes de diciembre al 12,6%, contando con buenas perspectivas económicas y con el objetivo de cumplir la ley de estabilidad. Sin embargo, los estragos del covid-19 han puesto patas arriba todas las previsiones y obligan a las instituciones a endeudarse para poder cumplir con los compromisos adquiridos en los Presupuestos.
No son únicamente cifras las que se recogen en el acuerdo rubricado a primera hora de la mañana de ayer. Este compromiso entre el Departamento de Hacienda de Pedro Azpiazu y el Ministerio de María Jesús Montero incluye el ansiado compromiso de una reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico, que tendrá lugar el próximo mes de septiembre y debe servir para volver a estudiar el déficit de Euskadi, pero no ya para este año, sino de cara al curso que viene. A este respecto, fijar el déficit de 2021 es condición indispensable para que el futuro Ejecutivo autonómico empiece a preparar su primer proyecto presupuestario, que estará marcado evidentemente por las políticas de reconstrucción y de choque ante un panorama adverso en cuanto a las previsiones económicas.
En cualquier caso, y sobre los compromisos adquiridos para este año, fuentes del departamento de Hacienda aseguran que los márgenes de déficit y endeudamiento pactados ayer, sumados a las aportaciones económicas que se prevé lleguen a Euskadi desde el fondo covid del Estado y las partidas aprobadas en el Consejo Europeo, permitirán a la comunidad autónoma tener cubiertos todos los recursos para cumplir las políticas públicas y partidas recogidas en los Presupuestos de 2020. Así, y a pesar de la fuerte caída de la recaudación en los últimos meses, la CAV evitaría tener que meter la tijera a las Cuentas públicas y podría cuadrar los números de este curso.
Según señalan desde Lakua, otro aspecto relevante del acuerdo -que llega tras una "intensa" negociación que se ha prolongado hasta el último instante- es el reconocimiento del Estado por primera vez al papel de las tres instituciones forales. El pacto recoge expresamente que las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa serán compensadas también en la fórmula que se acuerde en la próxima Comisión Mixta de septiembre, en caso de que su reducción de ingresos sea superior al remanente o superávit del que dispongan. En el Gobierno Vasco leen este punto como un respaldo expreso a la foralidad vasca por parte de la Administración española.
Así las cosas, la consejería que dirige Pedro Azpiazu valora el acuerdo con el Ministerio de Hacienda como un "éxito en el plano económico" y, además, un apoyo "inequívoco" del Ejecutivo de Pedro Sánchez al sistema foral de la CAV. Este logro, que estuvo hasta el último momento en el candelero en una negociación que ambas partes tachan de muy compleja, permitió que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hiciera acto de presencia en la cumbre de líderes regionales celebrada ayer en San Millán de la Cogolla.
Ahora, las instituciones vascas pueden empezar a planificar sus políticas de gasto y las partidas de cara a la reconstrucción, una vez aclaradas las reglas del juego en cuanto al déficit y endeudamiento se refiere, reglas que quedarán más claras si cabe una vez tenga lugar la Comisión Mixta pactada.
Tal y como ocurre en todas las comunidades autónomas del Estado y en el conjunto de Europa, las previsiones anuales no son nada buenas para Euskadi tras el shock económico provocado por la pandemia de coronavirus. Hace una semana, el Gobierno Vasco daba a conocer que prevé que este curso la caída de la recaudación de las tres diputaciones vascas sea de un 18%, lo que se traduciría en un impacto de 2.000 millones de euros menos que las instituciones forales, competentes en materia fiscal, aportarían a Lakua, que para este año cuenta con un presupuesto de 11.775 millones de euros. Los compromisos adquiridos ayer con el Estado permitirán que la bajada fiscal se atenúe a base de deuda.
El propio consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, celebraba ayer el acuerdo conseguido, en unas conversaciones que él mismo abordó con la ministra María Jesús Montero, y destacó la importancia de lo logrado tras una "dura negociación" con el Estado. "Vamos a poder mantener servicios públicos, no tener que hacer recortes y afrontar la situación de la crisis económica con los recursos necesarios", explicó Azpiazu acerca de un pacto que considera vital "desde el punto de vista político y de normalización institucional".
Asimismo, el consejero destacó la claridad del compromiso, ya que Euskadi ahora puede "contar con una capacidad adicional de endeudamiento que va a permitir cubrir la caída de la recaudación de impuestos que se está generando por la marcha de la economía, que es bastante negativa". Por último, Pedro Azpiazu consideró "muy positivo" que se haya acordado con el Gobierno de Pedro Sánchez que las diputaciones forales tengan también la posibilidad de evaluar cuál es su déficit para que en el seno de la futura Comisión Mixta se pueda proceder a compensar la pérdida fiscal.
Déficit. Euskadi tendrá un déficit del 2,6% del PIB para este año, con lo que puede buscar hasta 1.700 millones de euros en los mercados.
Endeudamiento. La capacidad de endeudamiento de la CAV en 2020 se eleva hasta el 15,9%.
Comisión Mixta. Este órgano del Concierto Económico se reunirá por fin en septiembre para, entre otras cuestiones, abordar el déficit para 2021.
Diputaciones. La Comisión Mixta estudiará también cómo pueden ser compensadas las diputaciones forales por la caída de la recaudación.