- El Gobierno español anunció ayer un relevo al frente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, entidad que agrupa y colabora con todas las asociaciones de víctimas del Estado. Así, Marimar Blanco -hermana de Miguel Ángel Blanco- abandona la presidencia del órgano, que ostentaba desde 2012, y da paso a Tomás Caballero, hijo del dirigente de UPN del mismo nombre asesinado por ETA.
Aunque el Ministerio del Interior no informa de los motivos del cese, se da la circunstancia de que Marimar Blanco es un rostro ligado al PP, partido por el que fue diputada en el Congreso hasta el pasado año, cuando no logró revalidar su acta en ninguna de las dos convocatorias electorales -en la repetición de noviembre lo intentó sin éxito por Araba-. Blanco ejerce ahora de Asesora de Vivienda en el Ayuntamiento de Madrid, nombrada por los populares.
Su sustituto al frente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo será, a propuesta del Ministerio del Interior, Tomás Caballero, que hasta el momento ocupaba una de las vicepresidencias de la entidad. Caballero preside también la asociación que lleva el nombre de su padre, asesinado en 1998 cuando ejercía de portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Iruñea.
El relevo se llevará a cabo hoy siguiendo la normativa aplicable a las fundaciones del sector público estatal, según informó el Ministerio de Marlaska en un comunicado. Esta fundación, que se rige en base a la normativa pública, tiene entre otros fines el de fomentar en todos los ámbitos sociales e institucionales una mejor comprensión de la situación del colectivo de víctimas.
Interior no aclara los motivos del relevo de la hermana de Miguel Ángel Blanco al frente de este organismo público y se limita a agradecerle los servicios prestados. "El Gobierno agradece su dedicación y trabajo en defensa de las víctimas del terrorismo, sabedor de que su compromiso en este ámbito ha sido, es y será de carácter permanente", señala el comunicado que informa de su cese en el cargo, que no tiene carácter retribuido.
De Tomás Caballero, actual vicepresidente segundo de la Fundación, Interior destaca que ha demostrado en su larga trayectoria en ese cargo "una gran capacidad de consenso que le ha permitido mantener relaciones estrechas con las diferentes asociaciones representativas de las víctimas y un conocimiento preciso del funcionamiento de la entidad".