- La posibilidad de forjar una alianza de izquierdas tras las elecciones para desbancar al PNV del Gobierno Vasco se complica cada vez más, ya sea por los sabotajes del sector crítico de la izquierda abertzale contra sedes socialistas, o por la pugna por ver quién sería candidata en la investidura de entre las postulantes de EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos. Por un lado la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, criticó ayer la posición de la candidata a lehendakari de Podemos, Miren Gorrotxategi, sobre los ataques con pintadas a locales de partidos políticos y a su propia vivienda. Gorrotxategi dice que la ausencia de condena por parte de EH Bildu no es un obstáculo para pactar. "Viene a decir: pelillos a la mar con que a Idoia Mendia le hayan tirado pintura roja y la hayan insultado en la puerta de su casa, que eso no es óbice para poder acordar con Bildu", lanzó Mendia en Radio Popular.
La socialista recordó que el PSE tiene "muy claro" dónde está su "umbral ético" y su exigencia ante los comportamientos violentos. La líder de los socialistas vascos, que gobiernan en el Estado con Podemos, recriminó a Gorrotxategi que no esté planteando ninguna idea ni proyecto: "No sabemos lo que defienden, y primero se habla de las ideas y después de los acuerdos".
Por su parte, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, además de acusar de "mezquindad" al PNV por señalar que algunos autores de los sabotajes pueden llevar la papeleta de Bildu en las elecciones, dijo en Radio Euskadi que seguramente habrá otra vez un Gobierno Vasco de PNV y PSE, y que la única posibilidad de que en Euskadi haya un ejecutivo de izquierdas es "que se respete" para proponer su candidatura a lehendakari a la fuerza mayoritaria de la izquierda en esta comunidad, "que todo el mundo entiende que es Bildu, a gran distancia". Este asunto sería un impedimento para el acuerdo por las dificultades del PSE para apoyar a Maddalen Iriarte. Consciente de ello, hace unas semanas Podemos pidió no empeñarse en los nombres. La reciente encuesta de EITB Focus concedía una mayoría absoluta a la izquierda que es aritméticamente viable, pero muy difícil desde el punto de vista político. PNV y PSE también tendrían mayoría absoluta si quisieran repetir su coalición de gobierno.