- El PNV va a empezar a dormir con un ojo abierto por la desconfianza que le generan los frecuentes cambios de criterio del presidente español, Pedro Sánchez, en la gestión del coronavirus. Los jeltzales, los socios más fieles del socialista y cuyos votos serán claves para la aprobación de unos futuros Presupuestos, volvieron a hacer público ayer su descontento con la "improvisación" del presidente. Les había hecho llegar por la mañana la documentación oficial de la mesa de reconstrucción que quiere poner en marcha para paliar las consecuencias del virus, sus cuatro mesas sectoriales y el orden del día de una reunión prevista para hoy dando por sentado que lo tenía todo atado, y tan solo unos minutos después rectificó sobre la marcha anunciando que el foro se convierte en una comisión parlamentaria por petición expresa del PP tras su conversación con Casado. El PNV no entró a criticar el fondo del asunto (de hecho, una comisión parlamentaria es un formato mucho más controlado y tasado que le puede beneficiar, aunque seguirá alerta para que no se invadan competencias autonómicas), y se centró en censurar una improvisación que "abona la desconfianza ya expresada hace semanas" por el partido de Sabin Etxea.

Las formas de Sánchez gustan cada vez menos en el PNV. Fuentes de la ejecutiva reunida ayer en la sede del partido en Bilbao aseguraron que la actuación del Gobierno español "no deja de sorprender". "Además de abonar la desconfianza ya expresada hace semanas por el PNV, es una nueva muestra de la falta de rigor y de la improvisación con que se están abordando algunos asuntos nucleares de la crisis de coronavirus", dijeron esas fuentes. Los jeltzales comprenden que Sánchez busque al principal partido de la oposición, el PP, pero no entienden cómo pudo cometer el error de dar por cerrada una convocatoria de reunión y vendérsela al resto de grupos antes de reunirse con el PP. El PNV anunció que va a participar en esa comisión como hace en todos los foros parlamentarios, pero pide mayor claridad sobre este asunto.

Aunque Casado ha pedido una comisión parlamentaria para minimizar el protagonismo de Sánchez en una mesa de partidos, este giro de la fortuna puede acabar beneficiando a las posiciones del PNV porque todo se deriva a un foro más previsible, donde cada partido tendrá una representación acorde con sus votos. Además, el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, había avisado en ETB-1 por la mañana de que, si al final se conformaban cuatro mesas sectoriales para tratar asuntos como la sanidad que son competencias autonómicas, habría "problemas". Pidió focalizar el debate en la economía y unos Presupuestos. El PNV entiende ahora que con la comisión parlamentaria decaen las mesas sectoriales, pero ayer a última hora de la tarde no lo tenía claro y espera que se concrete qué va a pasar con esos debates.

Al PNV le preocupa el nivel de improvisación. El lehendakari ya recriminó a Sánchez que especulara con el uso de las mascarillas, o que pusiera en danza al Gobierno vasco pidiendo una lista de locales para confinar a las personas sin síntomas, para dejarlo después empantanado. Sobre la prórroga del estado de alarma, el PNV definirá el voto cuando escuche hoy los detalles del Consejo de Ministros. Pide ir relajando las medidas para la población, y que se respeten las singularidades como Alemania con los länder.

Autogobierno. La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, afirmó ayer que "el autogobierno y el mando único" establecido por el Gobierno español "son compatibles", y que, para acometer la fase de la des escalada, "hará falta más diálogo" entre los Gobiernos vasco y español, y también entre los partidos vascos. En una entrevista a Euskadi Irratia, subrayó que el decreto de alarma "no ha anulado el autogobierno, aunque algunos hayan querido dar a entender eso", en referencia al PNV, y ante la solicitud del lehendakari al presidente Sánchez de una transición de diseño "compartido y singularizado", indicó que "también dentro de las comunidades autónomas se dan situaciones diferentes".