- El PP se sigue escapando de la presión que ejerce el Gobierno español sobre sus filas para que acepten cuanto antes una reunión y, de ese modo, se pueda activar la semana que viene la mesa entre partidos sobre la reconstrucción económica y social. La ministra María Jesús Montero elevó ayer la presión al avisar de que solo partidos “minoritarios” como Vox y la CUP se desmarcan de esta ronda, y que quienes se queden fuera tendrán que explicarlo. No se quedó ahí y añadió que le gustaría contar con el concurso del PP, dando la sensación de que espera su confirmación para que la mesa de reconstrucción se pueda celebrar “la semana que viene”. El líder de los populares, Pablo Casado, se sacudió la presión y retó primero a Sánchez a que se ponga de acuerdo con sus socios de gobierno, en alusión al enredo con Unidas Podemos sobre la renta mínima. En realidad, es una forma de ganar tiempo y desviar el foco, porque en el fondo el PP no quiere que Podemos deje su impronta en los pactos.
Casado utilizó el enredo en el Gobierno español para desviar la atención y pedirles que acuerden un “plan de choque” frente al coronavirus con medidas sanitarias, económicas y sociales, antes de pedir un pacto a la oposición. En unas declaraciones distribuidas por el PP tras su visita al hospital de campaña de Ifema, dijo que “el pacto lo tiene que hacer primero el Gobierno”, porque el ministro de la Seguridad Social se enteró por la prensa de la medida que, según Pablo Iglesias, se iba a presentar ayer sobre la renta mínima, aunque finalmente no fue así. “Bueno, ya no soy el único que se entera por la prensa de una medida que luego tenemos que aprobar o votar”, lanzó Casado. El PP sigue dando largas para fijar la fecha de la reunión, con el argumento de que se enteró por una rueda de prensa de que iba a ser ayer. Casado se negó, y todo este tiempo ha pedido también que alguien desautorice a la portavoz socialista Adriana Lastra tras el duro rifirrafe con el PP en el pleno de la prórroga del estado de alarma. Casado había limitado estos días su oferta de pactos a acuerdos puntuales en sede parlamentaria. Ayer pidió grandes acuerdos para dotar de material a los sanitarios, hacer tests masivos a la población y evitar la destrucción de empleo. Planteó un “plan de choque”.
Desde Cs, que quiere recuperar protagonismo, Arrimadas había sido la más proclive pero ayer fue muy crítica con Sánchez y le recriminó falta de concreción.
“Ya no soy el único que se entera por la prensa de una medida que luego hay que votar”
Presidente del PP