Madrid, 26 mar (EFE).- El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha justificado la compra de una partida de tests rápidos para detectar el contagio de coronavirus que no cumplen los estándares en que se hizo a una empresa nacional, cuyos productos tenían la marca CE, lo que dio "todas las garantías".
Así lo ha manifestado Illa este jueves en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, donde ha asegurado que "verificamos el fabricante" que "era un proveedor de confianza y le hemos dicho que no cumplen los estándares y hemos pedido que nos los cambien".
En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha detallado en un comunicado que esta operación, que no está relacionada con la compra de material sanitario anunciada ayer por Illa, se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de sus proveedores al Gobierno de España.
Además,Sanidad subraya que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) analizó la documentación aportada por la empresa respecto a los estudios clínicos realizados por el fabricante chino, así como se comprobó que no existía ninguna alerta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre este producto.
"Las primeras pruebas del test rápido se realizaron en paralelo en un hospital de Madrid y en el ISCIII y en cuanto se detectó una escasa sensibilidad, se dio orden inmediata de retirada; y se contactó con el proveedor que lo va a sustituir por otro tipo de test", relata Sanidad.
En su comparecencia en el Congreso, Illa ha señalado que se hacen entre 20.000 y 30.000 test rápidos todos los días para detectar el coronavirus y ha reconocido que "no son suficientes" porque habría que hacer 50.000, para lo cual "haría falta" disponer de más.
A las peticiones de los grupos parlamentarios sobre la necesidad de hacer más test ha respondido: "claro que hay que hacer los test rápidos de forma masiva".
Illa ha dicho echar en falta que los grupos no hayan abordado en sus discursos la situación en la que se encuentra el mercado del material sanitario necesario para hacer frente al coronavirus, como equipos de protección o respiradores, que a su juicio se encuentra "desbordado" y "completamente loco".
Según ha subrayado, no se producen suficientes mascarillas ni tampoco respiradores para abastecer a todo los países y que hacía falta adoptar la medida aprobada de poner "todo el peso" del Ejecutivo para tratar de conseguir el material.
Ha dicho que el balance puede ser discutible "faltaría más", ha añadido, pero ha destacado que el Ejecutivo desde el 10 de marzo ha sido capaz de suministrar siete millones de mascarillas.
"No entro en el reproche de quien compra mejor o peor, lo que hay que decir es que el mercado está desbordado", ha insistido el ministro, que ha anunciado que para esta semana está previsto una entrega "importante" de material, aunque no puede confirmarlo por las circunstancias del mercado a las que se había referido.