Gasteiz - La última vez que Pedro Sánchez visitó Euskadi fue en septiembre del pasado año, cuando compartió escenario con la secretaria general del PSE Idoia Mendia en un acto en Barakaldo. Sánchez y Mendia volvieron a intervenir ayer juntos en un evento socialista, en este caso en el Palacio Europa de Gasteiz. Sin embargo, en estos cinco meses ha habido cambios sustanciales. Sánchez es presidente del Gobierno español y, lo que es más importante, el Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos se ha comprometido a completar las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika. La ministra de Política Territorial, Carolina Darias y el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, acordaron el pasado 22 de febrero un calendario de traspasos de las 32 de competencias aún pendientes. Prisiones se transferirá antes de acabar este año de 2020 y la gestión económica de la Seguridad Social deberá estar culminada en diciembre del próximo año, 2021.
Bajo estos parámetros, Sánchez aseguró ayer que su Ejecutivo "cumplirá" con el Estatuto aprobado en 1979. Además, y después de que esta semana se reuniera por primera vez la mesa de diálogo para Catalunya, anunció que trabajará por el diálogo entre los territorios del Estado, frente a las "zancadillas y broncas" que protagonizan quienes se sitúan en los extremos.
En su intervención, el presidente español aseguró que los ciudadanos de Euskadi tienen en Madrid a un Gobierno que "entiende y asume como propia la diversidad" del Estado español. De esa forma, se comprometió a que su Ejecutivo "cumplirá" con el Estatuto, y enmarcó este compromiso en su apuesta por una política de "diálogo y concordia", frente a aquellos que han contribuido a la brecha generada por la "falta de diálogo y entendimiento territorial".
Críticas al PP de la CAV En su intervención, Sánchez se refirió también a la crisis vivida por el PP de la CAV con la dimisión de su presidente Alfonso Alonso y la designación desde Génova de Carlos Iturgaiz como candidato a lehendakari. El presidente español y líder del PSOE subrayó que mientras Alberto Núñez Feijóo se presenta a las elecciones gallegas "escondiendo" las siglas del PP, en Euskadi los populares presentan a "candidatos de otro siglo". Frente a esa forma de actuar, destacó su "profundo respeto" por las siglas del PSE, una formación que representa "la Constitución, el Estatuto, el fin de la violencia, la memoria y la democracia". "Tal es el profundo respeto que tengo por estas siglas que las decisiones que en el Partido Socialista las decisiones que afectan a Euskadi se toman en Euskadi, no en un despacho de Madrid", manifestó.
Sánchez aludió también a la decisión del PP de concurrir en coalición con Ciudadanos a las elecciones del próximo 5 de abril. En este sentido, afirmó que frente a quienes optan por "sumar siglas", el Partido Socialista "suma" con sus políticas, para lo que citó como ejemplo la subida del Salario Mínimo Interprofesional y de los sueldos de los funcionarios, o el incremento de la cuantía de las pensiones.
Asimismo, aseguró que en la extrema derecha española cada vez haya "más padres", mientras que en el centro derecha "cada vez hay más huérfanos". Además, lamentó que la derecha "partida en tres" que representan PP, Vox y Ciudadanos pretenda llevar a España a un "retroceso de 40 años".
Situación de catalunya La pasada semana se constituyó la mesa del diálogo para Catalunya, un acuerdo suscrito por ERC y PSOE como puntal de la abstención de los republicanos en la investidura de Sánchez, y que le ha acarreado duras críticas al presidente español tanto del PP como de una parte de independentismo catalán, a tenor de lo que se vio y oyó el sábado en el acto de Puigdemont en Perpinyà con criticas a la actuación de ERC en este proceso.
Ayer, en referencia a los independentistas catalanes y a la formación de Génova, aunque sin citar a ninguno de ellos de una forma expresa, Sánchez lamentó que en los diez últimos años ha habido quien "ha respondido a los agravios con más agravios", añadiendo "nuevas afrentas" a las que se habían cometido previamente por la otra parte. "Ya sabemos el final de la política del ojo por ojo: todos ciegos", manifestó el presidente del Gobierno español, que lamentó el hecho de que haya gente "en los dos extremos" que sigue dedicándose a "abonar la pelea, la bronca y la confrontación", pese a que ha quedado en evidencia que esa actitud solo ha generado "un reguero de frustración y fracaso".
El líder del PSOE subrayó que quienes se encuentran en ambos "extremos" solo representan a una "minoría", y que aspiran a sociedades "homogéneas", en las que "no se acepta la pluralidad ni los modelos integradores". Según afirmó, frente a esas posiciones existe "una mayoría que quiere vivir en tolerancia, con respeto y en integración". Por ese motivo, Sánchez se reafirmó en su compromiso con el "diálogo" en lo referente a la cuestión territorial del Estado, y aseguró que el entendimiento "se abrirá paso" frente al "empecinamiento" y frente a "las zancadillas y obstáculos". "La concordia ganará a la confrontación", apostilló.