Madrid - El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) avaló ayer por doce votos a favor y siete en contra la propuesta de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, limitándose a valorar los requisitos exigidos para el cargo y sin entrar en su idoneidad en tanto que el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, buscó un texto de consenso en el que omitió esta adjetivación. Sin embargo, ello no evitó la fractura al registrarse la mayor diferencia histórica en el Consejo para avalar una candidatura de estas características. Uno de los vocales anunció un voto particular discrepante al que se adhirieron los que se opusieron y también hubo votos concurrentes del grupo de vocales del sector conservador que se posicionaron a favor, pero dejando constancia de matices de los que discrepan respecto a la proposición del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Aunque el tono del debate no fue agrio, no había tal división desde la elección de Javier Moscoso, en 1986, con trece votos a favor, seis en contra y uno en blanco.
Delgado supera así el primer trámite para llegar a la cabeza de la Fiscalía General del Estado, ya que debe todavía comparecer en la Comisión de Justicia del Congreso. El informe del CGPJ no es vinculante, pero sí preceptivo, y las discrepancias en el pleno plasman la división en el órgano de gobierno de los jueces ante una candidatura cuestionada con dureza por la oposición parlamentaria y buena parte de la carrera fiscal. Muestra de ello es que su antecesora en el cargo, la fiscal progresista María José Segarra, obtuvo su informe por unanimidad. El escrito de Lesmes, en el que evitó citar la palabra "idoneidad", admitía que la exministra cumplía "los requisitos exigidos" para el puesto, eliminando así una frase empleada en las propuestas para la elección de los últimos cuatro fiscales en la que el presidente del CGPJ señalaba que los méritos reflejados en el currículum del candidato "determinan la afirmación de su idoneidad para la obtención del nombramiento". Con esta novedosa fórmula, Lesmes evitó incidir en los "méritos" del currículum de la extitular de Justicia.
En los casos de Consuelo Madrigal, José Manuel Maza, Julián Sánchez Melgar y María José Segarra el texto terminaba con la siguiente fórmula: "La verificación del contenido de dicha trayectoria profesional permite concluir que se cumplen en el candidato referido los requisitos exigidos por la legislación invocada y que, teniendo en cuenta además los méritos reflejados en su currículum y a los efectos del contenido del informe que ha de emitir el Consejo General del Poder Judicial, determinan la afirmación de su idoneidad para la obtención del nombramiento para el que ha sido propuesto". Sin embargo, el escrito que Lesmes trasladó a los 19 vocales solo señalaba: "A la vista de la documentación referida, cabe concluir que se cumplen en la candidata referida los requisitos exigidos por la legislación invocada". Estos son 15 años en el ejercicio de su profesión como fiscal y ser jurista de reconocido prestigio. Delgado cumple sobradamente porque solo en la Audiencia Nacional ha ejercido 25.
Falta de imparcialidad Pero algunos vocales consideran que entre los requisitos se tendría que haber tenido en cuenta su falta de imparcialidad al ser hasta ayer que dejó el escaño diputada por el PSOE. Precisamente era evitar la anunciada fractura lo que llevó a su presidente a omitir dicha idoneidad. Los reproches no se dirigían contra ella por el simple hecho de ser exministra, ya que fue una fiscal respetable hasta que, ocupando ya la cartera, se publicaron los audios de un almuerzo con el excomisario Villarejo, sino que se sustentan por el asunto que tendrá entre manos: la desjudicialización del conflicto político con Catalunya. No estuvieron presentes ayer los 20 vocales que integran con Lesmes este órgano, ya que faltaron Wenceslao Francisco Olea y Vicente Guilarte pertenecientes al sector conservador, mientras que Pilar Sepúlveda, a propuesta del PSOE, y cuya presencia no estaba prevista por razones de salud intervino finalmente por videoconferencia.
Hasta que Delgado sea nombrada fiscal general, lo que tardará semanas, porque también debe pasar el examen de la Comisión de Justicia del Congreso, que aún debe constituirse, al frente de la Fiscalía estará Luis Navajas, teniente fiscal del Supremo. En la comisión de Justicia no se vota, pero la exministra tendrá que escuchar las críticas que le dirijan los responsables de otros partidos, ya que PP y Vox han presentado hasta querellas en su contra. En cambio podrá estar tranquila respecto a Podemos o ERC, pese a que en su momento pidieron su dimisión como ministra por su relación con Villarejo. "Lo que toca Villarejo mancha y cuanto más lejos esté lo que ha tocado Villarejo de la vida política, mejor", dijo en 2018 el líder morado y ahora vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. "Creo que la señora Delgado, como cualquier funcionario público, merece una oportunidad (para) demostrar que efectivamente la Fiscalía actúa con principios de autonomía y respetando la legalidad vigente", matizó el pasado martes tratando de hacer buenos los propósitos de Sánchez.