MADRID - Pedro Sánchez recuperó ayer el discurso de la pinza y acusó al resto de formaciones políticas, tanto a las de su derecha como a las de su izquierda, de aunar esfuerzos para impedirle gobernar. Así, en el acto de presentación de la campaña del PSOE para el 10-N -que lleva como lema Ahora sí-, el presidente en funciones urgió a la movilización del electorado para derribar el “muro” que representa el actual bloqueo político y mediante el cual los demás partidos “impiden avanzar” en la senda de las reformas que a su juicio necesita el país.
El líder socialista argumentó que, para superar los desafíos a los que se enfrenta el Estado, los votantes deben derruir el bloqueo en el que asegura que participan partidos de muy diverso color político (entre ellos nombró a las tres derechas, a los independentistas y a Unidas Podemos), pero que tienen un objetivo común: “Que no gobiernen los socialistas”.
Por ello, reclamó al electorado que aglutine el voto en torno al PSOE en los comicios del próximo mes, para que el 11 de noviembre “España amanezca con un Gobierno estable” que pueda arrancar la legislatura. “El momento es ahora”, dijo en un breve acto en un hotel de Madrid, haciendo referencia al lema de campaña. En esa línea, Sánchez defendió que es la hora de un Ejecutivo “fuerte” que dure cuatro años y que sea capaz de convertir España en un país “más moderno”, lo que a su entender no quieren ni las tres derechas ni las formaciones soberanistas.
En términos similares, el presidente del Gobierno en funciones se presentó como el único candidato que cuenta con un proyecto con la vista puesta en el largo plazo, frente al resto de fuerzas políticas cuyo plan “no va más allá de las dos semanas”. - M.A.