PAMPLONA. Manifestantes han cortado cuatro carreteras catalanas este martes a mediodía en protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre el 1-O. Pasadas las 12 horas, siguen cortadas por manifestación la C-17 y la C-25 en Gurb y se han hecho desvíos por Vic (Barcelona), ha informado el Servicio Catalán de Tráfico (SCT).

También hay cortes en la N-260a en Olot y la C-63 en Anglès (Girona).

El tren de alta velocidad (AVE) ha vuelto a circular este martes por la mañana entre Barcelona y Figueres (Girona) en ambos sentidos, aunque en vía única por los daños causados en la infraestructura por barricadas en el sur de Girona a las que manifestantes prendieron fuego en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O.

Fuentes de Renfe han informado a Europa Press de que progresivamente se irán recuperando la frecuencia y horarios habituales.

Durante la noche también se han detectado cortes de fibra óptica en diferentes trayectos de la línea de alta velocidad entre Les Borges Blanques (Lleida) y Barcelona, lo que repercute en los sistemas de detección de caída de obstáculos en la vía, por lo que hay una limitación de velocidad a 160 kilómetros por hora.

INCIDENCIAS A PRIMERA HORA A primera hora de la mañana ha habido incidencias puntuales como una interrupción de la circulación de las líneas R11 y RG1 de Rodalies entre Figueres y Girona por la presencia en la catenaria --entre Sant Miquel de Fluvià y Flaçà (Girona)-- de un árbol que ha sido cortado con motosierra, según ha informado Renfe a Europa Press.

A las 8.35 horas un grupo de personas también ha interrumpido la circulación en Mataró (Barcelona), afectando a trenes de la R1 y la RG1 de Rodalies, y la situación se ha restablecido a las 9.05 horas.

También el primer tren de Lleida hasta Cervera se ha realizado por carretera por los problemas derivados del corte del lunes en Vilaseca (Lleida).

EL PRAT Las aerolíneas que operan en el aeropuerto de El Prat han cancelado este martes 45 vuelos, mientras el aeropuerto recupera poco a poco la normalidad.

Aunque, según fuentes de Aena el aeropuerto funciona "con normalidad", todavía arrastra la resaca de ayer.

Centenares de personas han pasado la noche en el Aeropuerto de Barcelona, que se convirtió ayer lunes en el epicentro de las protestas independentistas contra la sentencia del "procés", lo que obligó a cancelar más de un centenar de vuelos.

El Prat ha amanecido este martes con centenares de personas durmiendo en sillas o en el suelo de la terminal, en donde se han abierto varias salas destinadas a los trabajadores para que los pasajeros puedan descansar.

En el aeropuerto también se pueden ver multitud de colas, tanto en los mostradores de facturación, como en los de reclamaciones, donde igualmente hay gente durmiendo, especialmente en el de Vueling, que ayer canceló un centenar de vuelos al ser la principal aerolínea que opera en el aeropuerto.

A los centenares de personas que ayer perdieron su vuelo se han sumado los viajeros que, tras conocer la situación de ayer, han preferido llegar al aeropuerto con mucha antelación.

A diferencia de ayer lunes, la presencia policial en el recinto es la misma que cualquier otro día y se puede acceder a su interior sin necesidad de enseñar la tarjeta de embarque, ni pasar controles policiales.

Durante esta noche los pasajeros han podido llegar a El Prat con normalidad, después del bloqueo que vivió ayer esta infraestructura por las protestas de independentistas y los enfrentamientos entre policías y manifestantes que colapsaron el recinto.

La protesta, que se saldó con unos 78 heridos, fue desconvocada antes de medianoche.

PRIMERA JORNADA La primera jornada de protestas por la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas por el procés y el referéndum del 1-O se saldó con el colapso en el aeropuerto de Barcelona-El Prat y varios cortes de carreteras por todo el territorio catalán tras las convocatorias realizadas por la plataforma Tsunami Democràtic y otros colectivos como los comités de defensa de la república (CDR) o las entidades soberanistas ANC y Òmnium Cultural. Cuando cayó la noche y todavía se producían cargas policiales en el parking y salidas del aeropuertos, miles de personas se concentraban en plazas de localidades catalanas para mostrar su repulsa al duro trato judicial otorgado a los líderes del procés.

El aeropuerto de El Prat se convirtió en el epicentro de las protestas del movimiento independentista contra la sentencia, que movilizó a miles de personas hacia esta infraestructura, lo que colapsó sus accesos y obligó a cancelar más de un centenar de vuelos. A pie, por carretera, en metro y en tren, miles de manifestantes seguían las directrices de la plataforma Tsunami Democràtic, que ya desde el mediodía, tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo que fija penas de 9 a 13 años para los líderes independentistas, llamó a acudir "de inmediato y por todas las vías posibles" a la terminal T1 para paralizar la actividad del aeropuerto.

Durante unas horas, los Mossos ordenaron cerrar el servicio de trenes de cercanías (rodalies) y de Metro al aeropuerto, mientras que el acceso por carretera por la C-32 y la C-31 quedó colapsado por las protestas. Las retenciones en las carreteras y los cortes intermitentes en algunos ramales de acceso a esta infraestructura llevaron a decenas viajeros a bajar de sus vehículos y a cubrir a pie los últimos metros arrastrando sus maletas para no perder sus vuelos.

Las protestas se desarrollaron de forma pacífica hasta que a última hora de la tarde grupos de manifestantes lanzó objetos contra agentes de los dos cuerpos policiales, que realizaron cargas para desalojarlos del edificio aeroportuario. Después de que un grupo de personas usara carros portaequipajes a modo de barricadas y vaciara extintores y lanzara objetos contra los policías, Mossos d Esquadra y Policía avisaron a los manifestantes de que intervendrían si no cesaban en su actuación, y finalmente cargaron y lanzaron proyectiles de foam para desalojar el aparcamiento. Poco después se sucedieron los enfrentamientos en el exterior de la Terminal 1, y se repitieron las cargas policiales hasta que la Policía consiguió desplazar al grueso de los manifestantes de las inmediaciones de la T-1.

Una parte de los jóvenes que se desplazaron hasta el aeropuerto de Barcelona abandonaron la protesta, que el colectivo Tsunami Democràtic desconvocó poco antes de las 22.00 horas con un comunicado en el que avisaba de que hoy realizaría "un nuevo reto" que previsiblemente movilizará de nuevo a miles de personas.

El colapso de El Prat a causa de las protestas obligó a cancelar 110 vuelos de los 1.066 previstos para ayer, mientras que operaron con normalidad 707, según datos de Aena. La compañía más afectada fue Vueling, que ha anulado 100 operaciones previstas para ayer y otras 20 para hoy. Las protestas de los colectivos independentistas se llevaron a cabo en localidades como Tarragona, Sabadell, Lleida o Girona, donde los manifestantes cortaron las vías de tren. En Barcelona, unas 6.000 personas llenado por la tarde la plaza de Sant Jaume, una concentración a la que acudió el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el del Parlament, Roger Torrent.

Tras esta concentración, un gran número de personas se desplazó a pie hasta la comisaría de la Policía Nacional en la Vía Laietana, donde los agentes realizaron cargas para dispersar a los manifestantes, que tiraron vallas y lanzado objetos contra los policías. Los concentrados gritaron consignas como "fuera las fuerzas de ocupación" o "este edificio será una biblioteca". D.N.