Bilbao - El ex Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino y el ex jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño ratificaron ayer ante el juez que instruye el caso Villarejo sus declaraciones anteriores en las que vincularon al ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, con la operación Kitchen, un espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas costeado con fondos reservados.

En su declaración, Pino mantuvo que Kitchen como tal no existió, sino que fue una operación policial legítima desplegada con objetivo de buscar fondos ocultos y testaferros de Bárcenas, en aquel momento investigado en la Audiencia Nacional por la presunta financiación irregular del PP. Así, defendió el empleo de fondos reservados para este asunto, alegando que se utilizan precisamente para pagar este tipo de operativos que requieren de confidentes y volvió a referirse al papel de Francisco Martínez, para reiterar que despachaba con Enrique García Castaño. Éste, por su parte, prestó una breve declaración en la que se ratificó en su relato sobre cómo se clonaron dos teléfonos móviles de Bárcenas y el contenido, del que ha aportado parte al juzgado, se volcó en un ordenador del que se hizo entrega a Francisco Martínez.

Ambos sostienen que Kitchen nació como operación Bárcenas y se sufragaba de fondos reservados, con conocimiento de Martínez. - E.P.