gasteiz - El próximo 10 de noviembre hay que ir a votar, otra vez, y ayer en las campas de Foronda el hastío ante esa nueva convocatoria flotaba en el ambiente, tanto en la tribuna de intervenciones como entre los alderdikides que disfrutaban de la sombra junto a las txosnas.
Mertxe, Fernando y Kepa se acercaron ayer a Gasteiz desde Barakaldo, y a su juicio si hay nuevas elecciones es porque quienes han negociado “son unos chapuzas”, afirmaba Fernando. “En Euskadi eso no habría pasado; yo tengo unos amigos andaluces que ya me decían en algún momento si no tendríamos algún Urkullu o algún Esteban para mandarles a Andalucía, a ver si ponían orden”, explicaba el alderdikide, quien considera que la “la estrategia de Sánchez es cuanto peor mejor”, pero que en general “han primados los intereses de partido y no el del país”, y que “la culpa la tienen todos”. “Menos Esteban y su tractor”, puntualizaba Kepa entre risas.
“Aitor Esteban tenía que haber sido el presidente, que se presente”, afirmaba Mertxe, siguiendo con la broma, aunque ya en serio se pregunta qué pasará “si votamos lo mismo y el país se vuelve a quedar parado”, y por ello emplaza a los líderes políticos a “sentarse de una vez, da igual el color, y empezar a negociar”. Fernando también cree que los resultados serán parecidos a los de abril, y en cuanto al PNV vaticina que “incluso pueden ser mejores”.
La desafección con la política también la sienten Rafa y Antonio, de Areatza, para quien “son todos unos sinvergüenzas, el PSOE, Podemos y la derecha”. A su juicio, “solo se salva el santanderino (Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria) y el PNV, y nadie más”.
Juanjo, de Derio, le echa humor a la obligación de volver al colegio electoral en poco más de un mes. “De puta madre, hay que ir a votar siempre, haya o no haya necesidad”, apunta el simpatizante jeltzale, quien cree que el problema es que “los españoles no están acostumbrados a negociar”, a lo que su compañeros Ángel puntualiza que “algunos, algunos”. Juanjo cree que “va a quedar todo parecido y alguien se tendrá que bajar del burro”, pero advierte a Sánchez de que “no se las dé de triunfador”, porque enfrente está Casado, que “por no ganar no ganó ni las elecciones de su partido, se tuvo que juntar con los perdedores”, pero que “ahora se las da de chulito” y puede obtener una mayoría con Ciudadanos y Vox.
En todo caso, afirma, “los españoles son todos iguales, los de izquierdas y los de derechas, son centralistas, no te van a dar más de lo que pensamos”. Ángel, por contra, prefiere un gobierno de izquierdas, pues “va a ser mejor para el pobre”, y se teme que pueda haber “mayoría de derechas”, aunque en las pasadas elecciones el PP de Casado no sacará ningún diputado por Euskadi.
Begoña y Juan han llegado a Foronda desde Igorre y creen que aunque “nos estamos para perder el tiempo a estas alturas”, es necesario ir al colegio electoral el 10 de noviembre. “Cualquiera sabe las intenciones de esos, nosotros no podemos saber qué pretendían, si querían acuerdo o no, pero si podemos tendremos que ir a votar”, señala Juan, secundado por Begoña, a la que no le costará volver a las urnas “mientras sea por Euskadi”.
Amaia, que fue a Gasteiz desde Abadiño junto a su cuadrilla, concluía tras estos meses de parálisis institucional en el Estado que “los españoles no saben pactar, da lo mismo que sean de derechas o de izquierdas”, y afirmaba que “los vascos no tenemos esos problemas”, si bien “nos afecta que no se sepan gobernar”. De todos modos, “Euskadi va para adelante a pesar de los pesares, sabemos llevar las cosas, torearemos la situación”. Además, está convencida de que el voto al PNV “es fijo, porque la gente está comprometida con el país”.
En opinión de Mikel, lo ocurrido en los últimos meses en el Estado “es un desastre. Si no son capaces de ponerse de acuerdo ellos, cómo esperan que no pongamos los demás -continúa-; no les ha interesado, principalmente al PSOE, han pensando que van a salir más reforzados con unas nuevas elecciones y se la han jugado”. Este vecino de Erandio confía, al menos, en que pase lo que pase el 10 de noviembre “se respeten los acuerdos que hubo antes de todo este cristo, porque somos parte fundamental en la negociación, y espero que sigamos siéndolo”. Si se diera el caso de que el PSOE pacte con C’s, “aunque muchos socialistas se llevaran una desilusión”, el escenario será más peligroso para el Autogobierno, explica Mikel. “Al final todo se trata de mandar, si lo logran y consiguen dejarnos a nosotros un poco apartados, ya negociaremos con quien haya que negociar para que se respete lo acordado”, concluye.
Ander, de Bergara, recordaba que el PNV ha ofrecido “gratis et amore su apoyo y ellos han demostrado su incapacidad para llegar a un acuerdo, no sé si por un tema personal o político”. Y aunque no puede asegurar que todo estuviera pensado desde el 29 de abril, sí constataba que “antes de agosto ya se veía que estaban prorrogando el asunto”. En cuanto a las transferencias lamentó que haya habido seis meses de retraso, “tanto por los Presupuestos como por el hecho de que no haya un interlocutor válido en España, en Madrid”.
Espadaler advierte a Torra. Como todos los años, ayer hubo una nutrida representación catalana en Foronda. Asistió el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, que se fundió en un abrazo con el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y también lo hizo el secretario general de Units per Avançar y diputado del Parlament de Catalunya Ramón Espadaler. El exlíder de Unió Democrática exigió al presidente de la Generalitat, Quim Torra, “un desmarque claro de la violencia” porque, según advirtió, “es imprescindible, en un octubre que va a ser complejo, que el uso de la fuerza quede absolutamente al margen”. Espadaler le recordó a Torra que “es, además, el presidente de los que son independentistas y de los que no nos reconocemos como independentistas, es el presidente de todos, de unos y de otros”.