barcelona - Aunque aún no ha decidido si regresará o no a la primera línea política una vez concluya su inhabilitación en febrero, la figura de Artur Mas cobra cada más relevancia con sus posicionamientos sobre el estado de la política catalana y de su partido. “El futuro del PDeCAT no se decide en Waterloo, lo deciden los asociados”, destacó ayer el expresident, matizando, eso sí, que Carles Puigdemont influye. “Una cosa es influir y la otra decidir. La última palabra la tendrán las 14.000 personas asociadas al partido”, añadió en TV3 al ser interpelado sobre el proceso de reordenación del PDeCAT y JxCat.
Mas sostuvo que si el PDeCAT se debe integrar en JxCat debe ser para que esta marca vaya más allá de un espacio electoral: “Me interesa una herramienta que sirva para desarrollar un proyecto de país”. El exjefe del Govern precisó que Puigdemont y él tienen el mismo objetivo, que es que JxCat no sea solo una marca que se presenta a elecciones “sino una organización política que funcione con todos los códigos de conducta, estatutos y asociados”. Mas reconoció que se encuentran encallados en la decisión de cómo debe ser la integración de ambas marcas, porque el PDeCAT nació para ocupar el espacio de Convergència con una refundación, y que ahora no se puede hacer otra sin un objetivo que vaya más allá porque “se hizo hace solo tres años”.
Cuestionado por la respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas, apuntó que lo peor serían elecciones, como pretende el republicano Oriol Junqueras, si bien es cierto que las encuestas no posicionan bien al espacio posconvergente. “No tienen sentido si no sabemos qué camino se seguirá que no se pueda seguir ahora”, justificó. E insistió en que, aunque no tiene ganas de volver a presentarse como candidato, tampoco se descarta. “Si estuviéramos en una situación más normalizada yo me descartaría. Pero ahora no puedo. No lo puedo descartar por la situación” que se respira en Catalunya. Mas, precursor de la consulta del 9-N, entiende que Torra haya mantenido la pancarta de los políticos presos en la fachada de la Generalitat, e indicó que con su desobediencia pone su futuro en manos de la Justicia, pues si es condenado tendrá que dejar el cargo, y eso sí que dirigiría a un adelanto electoral. - I.S.M.