MADRID - Albert Rivera reapareció ayer en el inicio de curso para alejar la posibilidad de una coalición electoral de la derecha en caso de nuevas elecciones. “España suma pero la corrupción resta”, dijo en referencia a la marca registrada por el PP y a sus escándalos judiciales. Según el presidente de Ciudadanos, concurrir junto a los populares les penalizaría, ya que “mucha gente” se niega a votar a un partido “que tiene cuarenta y tantos casos sin resolver” en los tribunales.

Sin embargo, los casos de corrupción de los de Pablo Casado no incomodan tanto a Rivera si tras unos comicios las tres derechas -PP, C’s y Vox- suman mayoría absoluta en el Congreso tras una repetición de los comicios. En ese escenario, el líder naranja no tendría ningún reparo en pactar con los populares para desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa, ya que sería “sumar, pero con inteligencia”, al igual que hizo en comunidades como Andalucía, Murcia o Madrid.

En una entrevista en Onda Cero, Albert Rivera destacó que “mucha gente” apoya sus pactos postelectorales con el PP y con Vox, pero algunos no apoyarían una coalición electoral de la derecha ya que quieren votar a una formación “liberal” como Ciudadanos, y no a una “conservadora” y manchada por la corrupción como la de Pablo Casado -que ayer volvió a insistir en la fórmula de España Suma-. Además, Rivera argumentó que la materialización de España Suma sería el “sueño” de Pedro Sánchez de volver a “las dos Españas, la de la izquierda frente a la derecha”.

En la misma línea, el presidente del partido naranja se reafirmó en su decisión de no respaldar bajo ningún concepto un Ejecutivo del líder socialista. A su juicio, Ciudadanos debe hacer oposición en este momento y ejercer como alternativa para evitar que Sánchez se pase “una década” gobernando. “El plan Sánchez es malo para España. Y como no haya una alternativa limpia, centrada, liberal y constitucionalista de aquí a dos o cuatro años, se va a pasar no cuatro años, sino una década gobernando”, advirtió.

no cambiará de estrategia Cree además Rivera que su estrategia hasta el momento ha sido la más adecuada ya que, prometiendo antes de las generales de abril que no pactaría con Sánchez, “pasamos de 32 a 57 escaños diciendo la verdad”. Por ello, se reafirma en la dirección a la derecha hacia la que pilota su partido e insiste en su rechazo al PSOE. “No voy a sumar nunca con un partido que legitima a los separatistas”, declaró, poniendo como ejemplo los pactos del PSOE en comunidades como Nafarroa.

Respecto a la investidura fallida de julio y a los intentos de reelección de Pedro Sánchez, el líder de C’s cree que el PSOE ha demostrado “muy poquitas ganas de formar gobierno” pese a que “comparte programa” con Unidas Podemos, con el que “solo le separa el ego de sus líderes y la batalla por las sillas”. En ese sentido, cree que “las verdaderas intenciones” del presidente en funciones son “forzar a toda España a la ansiedad del último día” antes de que se acabe el plazo para convocar elecciones, y así poder “gobernar como si tuviera 176 escaños” en vez de 123.