BARCELONA - El president de la Generalitat, Quim Torra, volvió ayer a retomar la senda unilateral en busca de reconfigurar la unidad del soberanismo. De esta forma, llamó a las fuerzas independentistas a retomar la iniciativa y a situarse en el camino de la “ruptura democrática” para avanzar hacia la República catalana, todo ello en una nueva etapa que a su juicio estará marcada por la “confrontación” con el Estado español. “Empezamos una nueva etapa, y por eso pido que nos pongamos en marcha todos otra vez. Quizá era imprescindible este período de reacción a la defensiva, pero ahora ya lo tenemos que superar porque hemos aprendido la lección. Tenemos un deber entre nosotros, la responsabilidad cívica y democrática de volver a hacerlo”, argumentó en un acto en la Universitat Catalana d’Estiu.
“El autonomismo y el conformismo son una opción legítima pero no son la mía, y sospecho que tampoco lo son de la mayoría de catalanes”, defendió Torra, que pidió que nadie cuente con su persona para convertir el 1-O en un recuerdo “melancólico”, convencido de que es un momento fundacional de una República catalana. “Solo nos queda la confrontación democrática y pacífica por los derechos y la libertad y por la autodeterminación”, añadió, sin renunciar a “sacrificios” para sacar adelante el proyecto soberanista.
En relación a la nueva etapa que a juicio de Torra se abre a partir de ahora, cree que el 11 de septiembre debe servir de pistoletazo de salida con una gran movilización. “Debe ser la Diada de la recuperación de la confianza y de hacer valer el proyecto de la República por encima de las consecuencias de la represión”.
Durante la conferencia, que el president consideró la primera parte de la que pronunciará en Madrid el jueves 5 de septiembre, pidió atajar las batallas políticas entre los independentistas, a quienes animó a trenzar un nuevo programa que permita relanzar el objetivo de conseguir un Estado propio. “No me encontraréis en las luchas partidistas, ni en las batallas estériles en favor de hegemonías partidistas”, aseguró Torra, que opina que ningún soberanista puede ser adversario de otro.
Al inicio de su discurso, interrumpido cinco veces por los aplausos del auditorio, el president se refirió a los “momentos graves” que vive el movimiento soberanista, que en las últimas semanas ha puesto en evidencia su división, y apostó por revisar las cosas que no se han hecho bien, pero sin un afán autodestructivo, sino para recuperar la fuerza del soberanismo. Para Torra, “el independentismo no es una reacción a nada, sino que es un proyecto, una solución” y no será “un regalo”, sino una “conquista”, que considera que llegará fruto de un programa y de un proyecto.
Quim Torra situó la iniciativa y el espíritu constructivo como los dos puntales sobre los que se debe asentar el proyecto del independentismo y que en su opinión han quedado desdibujados tras la aplicación del artículo 155, que considera un “golpe” a la democracia. “Perder la capacidad de llevar la iniciativa y formular una lucha en positivo: estos son los objetivos centrales de la represión, desviar la atención del objetivo originario”, observó.
Ante lo que considera una respuesta autoritaria del Gobierno español, el líder catalán pide retomar el pulso y volver al proyecto unilateral. “Reclamo al país retomar la iniciativa, nos sabemos inmersos hacia un proyecto hacia la independencia en un proceso maduro y consciente. Debemos superar este periodo de reacción a la defensiva porque hemos aprendido la lección”, destacó Torra, que llamó a las fuerzas políticas y sociedad civil a repetir un proyecto en favor de la independencia. Hasta ahora, “la fuerza salía sobre todo y esencialmente de la unidad como suma de diversidades”, advirtió el president, que no descarta defender el impulso de una nueva lista unitaria soberanista en una eventual cita electoral.
Apela por ello al “espíritu de unidad”, de “darle la mano a una persona sin preguntar qué piensa”, para que los partidos independentistas acuerden en positivo, ya que es “urgente” contar con un proyecto “que tenga la ambición colectiva de ganar”.
carga contra sánchez Sobre la investidura fallida al candidato a la presidencia Pedro Sánchez, le reprochó su menosprecio a los partidos independentistas con el “olvido absoluto” de la cuestión catalana durante su discurso. Por ello, el president advirtió de que volverán “a votar no a toda propuesta que no incluya el derecho de autodeterminación de Catalunya”. Finalmente, Torra cargó contra el juicio a los dirigentes independentistas en el Tribunal Supremo y no aceptará un auto condenatorio. “No aceptar la sentencia quiere decir que habrá un antes y un después”, defiende, ya que sería “una condena política” contra los catalanes. - DNA