María Chivite Navascués (Cintruénigo, 1978) ya es presidenta del Gobierno de Nafarroa. La nueva presidenta se enroló joven en las filas socialistas. Con apenas 20 años pasó a formar parte de la dirección de las Juventudes del partido, formación que en aquel 1998 tenía como secretario general a Javier Remírez, hoy vicepresidente y posiblemente portavoz del nuevo gobierno. Ambos cuentan con una vida política personal y familiar ligada siempre al Partido Socialista, y representan mejor que nadie el relevo generacional de un PSN que regresa a lo más alto con el apoyo de fuerzas vasquistas y de izquierdas. Es el desenlace de un largo camino que Chivite siempre ha recorrido con el carnet del partido en la mano. Socialista de cuna, la nueva presidenta ha pasado por todos los escalones. De las Juventudes Socialistas de Navarra (1998) a la ejecutiva regional (2012), para llegar a finales de 2014 a la secretaría general. Entre tanto, ha sido concejala, parlamentaria foral y senadora en Madrid, donde llegó a ser portavoz del PSOE en la Cámara Alta durante el Gobierno de Rajoy.
Pero aquello nunca fue un camino de rosas. Chivite llegó a primera línea de la política de la mano de un primo de su padre, Carlos Chivite, secretario general. Era 2007 y, tras superar por un estrecho margen a Juan José Lizarbe en la disputa por el liderazgo del PSN, había optado por hacer una lista al Parlamento lo más afín posible. A María le asignó entonces la plaza que correspondía a las Juventudes socialistas, que habían apoyado a Lizarbe en un congreso anterior.
Casualidades políticas que con discreción y trabajo permitieron a Chivite progresar sin hacerse enemistades. Amable y risueña, siempre han destacado de ella su capacidad de trabajo. Sin apenas experiencia profesional ajena a la política -sirven como excepción las labores de consultoría en la ETT Manpower y el trabajo en el Gabinete de Sociología de UGT- Chivite está emparejada con Miguel Mangado, hijo de quien fue alcalde de Sesma por el PSN durante 16 años, y es madre de Mara y Mateo, de ocho y cuatro años.