pamplona - Sin nada que celebrar, las derechas españolas mandaron ayer a Iruñea a dos de sus primeras espadas para que asistieran en primera persona a la culminación del fracaso que ha supuesto juntar en una misma plataforma electoral a UPN con PP y Ciudadanos, ya que ha imposibilitado tender puentes de entendimiento para la gobernabilidad con el PSN. Hasta la capital del reino se desplazaron la recién nombrada portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, y su homóloga en la ejecutiva nacional de C’s, Lorena Roldán.
Poco novedoso podían añadir a la larga lista de improperios que desde estas dos formaciones han soltado contra el PSN-PSOE en los dos últimos meses y poco o nada aportaron a lo ya escuchado durante todo este tiempo. Ambas construyeron sus discursos a partir de algo que no se ajusta a la realidad -la alianza entre socialistas y EH Bildu-, por mucho que sea repetido hasta la saciedad y ya ni el eco de este monótono discurso rebotó por las paredes del Parlamento navarro.
“Con esta investidura, el señor Sánchez anexiona Navarra a la indignidad”, aseveró Álvarez de Toledo, para quien “todo el proyecto político de Pedro Sánchez se basa en la abstención de Bildu-Batasuna, un partido cuyo dirigente máximo dice que existe un derecho a causar dolor”.
Lorena Roldán, que siguió la intervención de Chivite a apenas un metro de Álvarez de Toledo, tampoco destacó por la originalidad en el discurso de una derecha que ha llegado a esta cita exhausta, tras haber aprovechado todos los altavoces para decir lo mismo. “Después de ver ese pacto de la infamia con Bildu, de la mano de Otegi, queda muy claro que decirle no a Sánchez es decirle sí a España”, zanjó.
En Madrid, Cuca Gamarra, vicesecretaria del PP, no ocultó su malestar por la negativa de C’s a explorar por España fórmulas similares a las de Navarra Suma. “Rivera se está equivocando hace mucho tiempo”, dijo. - J. Encinas
