sevilla - Siete meses después de que el PSOE perdiera por primera vez la Junta de Andalucía, Susana Díaz decidió dar un “nuevo impulso” a su formación en su inédita labor de oposición recurriendo a cuatro exconsejeros de su último ejecutivo para incluirlos en la dirección regional del partido y apartando al onubense Mario Jiménez de la portavocía del grupo parlamentario, siendo relevado por el exconsejero José Fiscal. Las conclusiones al respecto oscilan desde quienes piensan que Jiménez le hacía sombra, puesto que ya fueron rivales en 2013 para sustituir a José Antonio Griñán, a los que sostienen que es la forma en que la expresidenta andaluza devuelve a Pedro Sánchez el favor de dejarla en su puesto pese a perder el poder.
De hecho, Díaz ha logrado la aquiescencia de Ferraz para continuar al frente del partido a cambio de pactar otras piezas, como la entrada en la ejecutiva de nombres claramente vinculados al sanchismo, aún en clara minoría en Andalucía, donde el susanismo da muestras de una salud inquebrantable pese al batacazo del pasado 2-D. Es en el PSOE de Huelva donde se escuchan las voces más gruesas contra la decisión de Díaz de descabalgar a Jiménez, llegando a tildar la decisión de “traición” y “deslealtad”. Otra voz crítica es la del periodista Juan María Jiménez, hermano del hasta ahora portavoz, que en un tuit señala: “Cuando la lealtad se paga con deslealtad”. Pese a que la dirección regional del partido le ha ofrecido suplir al fallecido José Muñoz en el Senado, Jiménez ha optado por continuar como diputado raso en el Parlamento andaluz.
cuestión de “aire fresco” Desde el PSOE de Andalucía niegan que esto pueda provocar o sea consecuencia de una crisis interna y aseguran que “no hay vías de agua, tutelas ni tutías”, garantizando además que “no hay necesidad de cambios drásticos” en relación a la secretaría general del PSOE-A, liderada por Díaz porque “vamos en el buen camino”. Así se pronunció el propio José Fiscal en su primera rueda de prensa como portavoz parlamentario. A su juicio, los cambios producidos, incluyendo el de Jiménez, han sido para “reorganizarnos y reforzarnos” en la labor de oposición. “Se trata de dar un aire fresco desde el punto de vista de nuevas caras”, aseveró Fiscal, añadiendo que “unas veces nos toca desempeñar un papel y otras veces otro”. “Cada uno que interprete el aire fresco como quiera”, apostilló.
Fiscal admitió que el relevo le podrá parecer “mejor o menos mejor” a unos y otros miembros de su partido, y prefirió centrarse en calificar como “débil” el Ejecutivo del popular Juanma Moreno, “sometido a los caprichos” de Vox, un gobierno instalado en el rencor y en mirar atrás”. - DNA