madrd - Dentro del rifirrafe que mantiene Unidas Podemos con el PSOE para su entrada en el próximo gobierno español, las filas de Pablo Iglesias acusan a los socialistas de ubicarlos en áreas vacías de competencias y sin capacidad de decisión. El PSOE, por su parte, se resiste a dar a sus socios la llave de las políticas económicas o un ministerio con gran presupuesto. En esta encrucijada, no han salido a relucir en público las carteras de educación y sanidad, a pesar de que podrían suponer una salida al entuerto y una posición intermedia entre las exigencias de unos y otros.

Estos dos departamentos tienen calado social, son pilares del Estado de bienestar, y pueden permitir a Podemos articular un discurso y ejecutar decisiones como la eliminación de los copagos farmacéuticos. Las filas de Pablo Iglesias podrían destacar su contribución al Estado social y legislar en ese terreno. Pero, al mismo tiempo, estas dos materias están transferidas a las comunidades autónomas y los ministerios no tienen un gasto muy elevado. En el caso de la educación, además, dejar su gestión en manos de Podemos supondría una ventaja organizativa porque podría descargar de trabajo a Isabel Celaá para que se centre en exclusiva en sus labores de portavoz.

El PSOE está ofreciendo a Podemos una vicepresidencia social, que no satisface a las filas de Iglesias porque su labor se limitaría a los asuntos referidos a la infancia; y también los ministerios de Vivienda y Juventud. Esa oferta ha trascendido en público a través de El Periódico y añade presión en la negociación. El acuerdo podría depender de carteras como las citadas. - M. Vázquez