Pamplona - EH Bildu descarta votar a favor de la investidura de la candidata de los socialistas navarros, María Chivite, como nueva presidenta del Ejecutivo de Nafarroa tomado el relevo del Gobierno del cambio que lideró Uxue Barkos y que sí contó con el apoyo de la coalición soberanista como una de sus cuatro patas.
La postura de EH Bildu era algo que hasta cierto punto podía deducirse, pero ayer lo terminó de despejar Adolfo Araiz, parlamentario de la coalición, durante una entrevista concedida a la Cadena Ser. El coportavoz del partido soberanista afirmó que en el seno de su formación analizarán “las consecuencias políticas de una abstención o un voto negativo”, pero aseguró de entrada que “el sí” está descartado “evidentemente”. No se trata de un planteamiento menor, porque EH Bildu es, se quiera o no, un actor político al que no se puede obviar.
Chivite necesita la abstención de EH Bildu si quiere llegar al Palacio de Navarra, y después su apoyo para llevar adelante un acuerdo programático que los potenciales socios del PSN ya han dicho que no se puede desarrollar con un gobierno presidido por Navarra Suma. Sin embargo, los socialistas han colocado un cordón sanitario sobre EH Bildu, y no quieren ni sentarse a hablar con ellos. Tras la decisión adoptada por el PSN y avalada por la dirección del partido en Madrid, en EH Bildu vienen a decir que ante lo que califican como política de exclusión, no hay nada que hacer. “Hemos dicho: sentémonos a hablar, analicemos la situación y los próximos cuatro años, y habrá coincidencias o no. Pero es que ni eso [ni sentarnos a hablar]”, señaló el dirigente de la coalición soberanista. - A.I.R.