Pamplona - La negociación que PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra (I-E) iniciaron ayer para definir el acuerdo programático que pretenden cerrar -o al menos tener más que perfilado- este jueves dejó buenas sensaciones entre todos sus protagonistas. Los implicados en esta tarea consultados por este periódico coincidieron en destacar la predisposición general al pacto, que culminaría con la investidura de María Chivite en la segunda quincena de julio si nada se tuerce por el camino. Es verdad que la negociación está en una fase inicial, pero se avanza con buen ritmo y con discrepancias más previsibles que profundas. Geroa Bai, Podemos e I-E, tres de los cuatro grupos que han sustentado al Gobierno en la legislatura recién concluida, valoran positivamente la actitud del PSN. Lejos de percibir en los socialistas un deseo de revisar lo realizado en los cuatro últimos años, valoran su disposición a dar continuidad a muchos de los avances de carácter social y tampoco ven imposible lograr consensos básicos en materias más sensibles al desacuerdo como pueden ser las políticas fiscal o lingüística.
Después de que durante el fin de semana las respectivas delegaciones de cada uno de los partidos estudiara las enmiendas presentadas al texto elaborado por los socialistas, las cuatro formaciones iniciaron ayer la negociación de lo que ha de ser el acuerdo que guíe las decisiones principales del próximo Gobierno de Navarra. Desde primera hora de la mañana fueron constituyéndose las siete mesas sectoriales en distintas dependencias del Parlamento. Hubo reuniones hasta bien entrada la tarde. La misma dinámica se seguirá hoy, ya que el tiempo apremia. La idea de los cuatro partidos es sentarse a las 16.30 horas del jueves y comprobar si se ha avanzado lo suficiente como para ir pensando en la investidura.
En todo caso, se trabaja en la búsqueda de un acuerdo con los 23 escaños que suman estas cuatro siglas, por lo que se precisaría de la abstención de EH Bildu. Un aspecto en el que todavía no se ha profundizado, pero que nadie cree que sea un escollo insalvable, ya que la alternativa sería que el Gobierno quedara en manos de las derechas de Navarra Suma.