Barakaldo - Hace cuatro años, el PNV accedía a la Alcaldía de Barakaldo tras más de tres décadas de dominio socialista en la localidad fabril con el objetivo de instaurar un “cambio en la forma de gestionar y de hacer política municipal”. Ese cambio al que en su día aludió Amaia del Campo cuando hace cuatro años logró llegar a la Alcaldía tras ganar los comicios por cerca de 50 votos podrá consolidarse y asentarse en la vida municipal barakaldarra. Al Pleno de investidura de ayer, Del Campo acudía con mayores garantías de salir elegida alcaldesa que hace cuatro años. No en vano, la diferencia de 50 votos y el empate a ediles entre PNV y PSE de hace una legislatura ha pasado a ser una distancia de más de 5.000 votos y tres concejales más en favor de los jeltzales. Pese a todo, el mediodía de ayer estuvo marcado por la emoción de Del Campo al asumir el bastón de mando del Ayuntamiento ante un salón de plenos abarrotado. Entre el público asistente a ese instante tan importante para Del Campo y Barakaldo se pudo ver, entre otros, a Iñaki Anasagasti y Josu Sagastagoitia, primer alcalde de Barakaldo tras la dictadura franquista. “Hace cuatro años alguien me dijo que no olvidase nunca quién soy y para qué me presentaba como alcaldesa de Barakaldo. Soy la hija de un obrero de Altos Hornos que ofrecía cuatro años de su vida a trabajar por su pueblo” señaló Del Campo visiblemente emocionada al recordar la figura de su padre. Ahora, sumará otros cuatro años de trabajo al frente de la institución local barakaldarra.

El de ayer fue un mediodía de lágrimas y discursos entrecortados por la alegría, por volver a repetir, por dar continuidad al sueño que Del Campo y su equipo comenzaron hace cuatro años. Pero en el primer discurso tras haber sido reelegida como alcaldesa, Del Campo dejó bien claras las prioridades. “Nuestra prioridad serán las personas y el desarrollo de la ciudad. Somos conscientes de que nuestros once concejales no aseguran la mayoría del Pleno, por lo que la modestia tiene que regir nuestras actuaciones y tenemos que esforzarnos en acordar con el resto de partidos para seguir impulsando Barakaldo y que nuestra ciudad no se pare”. Asimismo, en su alocución, la primera edil fabril pidió al resto de formaciones políticas con representación en el pleno barakaldarra que primen los intereses de Barakaldo por encima de los intereses partidistas. “Con humildad, me atrevo a pedir al resto de fuerzas que no primen otro tipo de intereses por encima de los intereses de la ciudadanía”.

Todo ello ocurrió tras una sesión de investidura en la que se presentaron tres candidaturas a la Alcaldía fabril: la del PNV encabezada por Del Campo, la de EH Bildu liderada por María Solar y la de Elkarrekin Podemos que encabezó el edil Eder Álvarez. Por su parte, el PP anunció en voz de su único edil, Víctor Rodríguez que, en coherencia con los resultados obtenidos por su formación el pasado 26 de mayo -los populares pasaron de tener tres ediles en la pasada legislatura a quedarse en esta con tan solo uno- no presentarían candidatura a la Alcaldía fabril. Tampoco presentaron los socialistas la candidatura para que su líder, Alfredo Retortillo, optase a la Alcaldía de Barakaldo. Según palabras del propio Retortillo, dicha decisión se fundamentó “en el pacto base suscrito entre PNV y PSE” a nivel vasco.