DONOSTIA. El presidente vasco, los tres líderes provinciales, Raquel González (Bizkaia), Borja Sémper (Gipuzkoa) e Iñaki Oyarzabal (Araba), y la secretaria general, Amaya Fernández, almuerzan con Casado en Donostia, aprovechando la presencia del presidente del PP en la reunión del Grupo del Partido Popular Europeo que se celebra en la capital guipuzcoana desde el pasado martes, han informado fuentes de la formación en el País Vasco.
En este encuentro, los dirigentes populares exponen a Casado los detalles de dicha convención, concebida para dotar al PP vasco de una "personalidad propia" que le permita convertirse en alternativa al nacionalismo, desde la defensa de la foralidad y el constitucionalismo.
Esta convención fue presentada el pasado 3 de junio por Alfonso Alonso, quien explicó que el PP vasco desea definir "con claridad" su posición política y su proyecto para Euskadi, de manera que se convierta en un partido visto como "útil y necesario" por los ciudadanos que no se sienten nacionalistas.
El PP vasco es consciente de que su amenaza en Euskadi, a diferencia de lo que ocurre en otros puntos de España, no es Vox ni Ciudadanos, irrelevantes en el País Vasco, sino que muchos sufragios de centro derecha se los disputa el PNV, por lo que entiende que debe marcar un perfil diferenciado en esta Comunidad Autónoma.
Los populares vascos han mantenido públicamente posiciones críticas con los pactos con Vox que la dirección de Pablo Casado ha propiciado en otros ámbitos, como Andalucía o Madrid.
Desde el PP nacional asumen que el partido está en una "encrucijada" en el País Vasco y que tiene que redefinirse, aunque advierten de que deben respetar la esencia del PP del conjunto de España, según explican fuentes de Génova.
En la dirección nacional confían en que el PP vasco busque replantear su programa en Euskadi y no pretenda un enfrentamiento con los órganos de dirección nacionales.