bilbao - El PNV cree que en estos momentos no existe una alternativa viable al pacto que mantiene con el PSE en las principales instituciones autonómicas. Plantear un acuerdo con EH Bildu y Elkarrekin Podemos le parece poco realista porque no están pensando en colaborar con los jeltzales y mantienen una estrategia beligerante para desbancarlos de ayuntamientos como Durango, lo que el PNV interpreta como una muestra global de hostilidad. Por ello, la ejecutiva jeltzale reunida ayer en Sabin Etxea no vio otra salida que apostar sin rodeos por explorar las opciones de repetir el acuerdo con el PSE y no prevé reuniones con otras formaciones, ya que solo serviría para marear la perdiz cuando EH Bildu y Elkarrekin Podemos ya han expresado “su voluntad decisiva y obsesiva de sumar sus fuerzas en todos aquellos ayuntamientos en que les sea posible con el único propósito de desalojar al PNV”, según fuentes jeltzales.
Además, con esta decisión se confirmó que el PNV no condiciona los pactos autonómicos a la posición del socialismo en Nafarroa. La negociación con el PSE se va a abrir a pesar de que el PSOE provocara ayer mismo un primer sobresalto a los jeltzales al filtrar a varios medios de comunicación que quiere frenar a Chivite para que no explore un acuerdo con Geroa Bai, en la medida en que tendría que contar con las abstenciones de la izquierda abertzale. El PNV no quiso reaccionar a estas filtraciones porque espera a que Pedro Sánchez aclare en público la posición. No da por buenas las filtraciones y va a esperar. En cualquier caso, sería una muy mala noticia para el PNV, aunque lo deja todo en manos del Napar Buru Batzar y Geroa Bai. Y no romperá la baraja con el PSE: “No vamos a decir a la ejecutiva navarra del PNV que decida sobre los pactos en la comunidad autónoma vasca”. El burukide Koldo Mediavilla ya adelantó en una entrevista publicada en este periódico el domingo que no se iban a condicionar los dos escenarios, aunque sí avisó al presidente español en funciones de que va a afectar a su relación en Madrid. Pero en ningún caso el PNV tenía intención de vincular Nafarroa a la CAV a pesar de que el líder de la ejecutiva guipuzcoana, Joseba Egibar, insinuara una ruptura. El PNV no ve una alternativa al PSE.
Los pactos navarros han entrado finalmente en la coctelera de la CAV de la mano del partido menos esperado, el PP, que ahora condiciona la estabilidad de Urkullu a que no se intente desbancar a Navarra Suma. “Es cómico que sean ellos quienes vinculen Euskadi y Nafarroa”, dicen en Sabin Etxea. Además, no ven que el PP pueda presionar con ningún hecho concreto al lehendakari, porque tampoco ha llegado a lanzar un guiño claro para negociar los Presupuestos y asegurar la continuidad de la legislatura hasta octubre de 2020. Además, este órdago plantea problemas de coherencia en el discurso al PP, que vincula los dos territorios tras décadas de ofensiva contra el PNV y ahora contra Geroa Bai agitando el fantasma de la anexión. En ámbitos jeltzales se ve también cierto ventajismo en el popular Alfonso Alonso porque podría haber lanzando esta amenaza ahora que parece que Sánchez va a frenar el cambio y dejará gobernar a Navarra Suma.
PACTO GLOBAL Fuentes jeltzales aseguraron que han tomado la decisión de dirigirse al PSE después de que EH Bildu y Elkarrekin Podemos hayan “descartado cualquier vía de acuerdo”. Ya han mantenido una primera comunicación y se espera que se produzca esta semana la primera reunión. El PNV no quiso bajar al detalle y no aclaró si va a plantear a los socialistas reeditar los gobiernos de coalición en las tres diputaciones forales y en las tres capitales de la comunidad autónoma, o si lo dejará abierto para ajustar la presencia socialista en aquellos lugares, como Bizkaia y Bilbao, donde la mayoría jeltzale es más holgada, una especulación que no ha gustado al PSE. El PNV quiere trasladar en persona a los socialistas este planteamiento, así como una decisión definitiva sobre la necesidad o no de apoyarse en todos los municipios, también para desbancar a otros. Mediavilla sí adelantó a este periódico que habría pacto de no agresión, lo que incluye no arrebatar Irun al PSE.