Pamplona - Las elecciones del pasado domingo han dibujado una nueva correlación de fuerzas en Nafarroa sin llegar a alterar, sin embargo, el peso que tienen cada uno de los tres bloques políticos de la Comunidad Foral. Pese a que los comicios generales no eran los más favorables para dos de las siglas del cuatripartito -como Geroa Bai y EH Bildu, que curiosamente fueron las que incrementaron su respaldo-, las fuerzas del cambio han conseguido conservar el espacio mayoritario que consiguieron en 2015. Ni la espectacular subida del PSN, impulsado por el efecto Sánchez en todo el Estado, ni la reciente alianza de derechas entre UPN, PP y Ciudadanos (Cs) superan en votos al cuatripartito, que contabilizó 136.958 sufragios en las urnas, lo que supone el 37,49% de todos los emitidos.

A más de 12.000 votos de distancia se quedó la suma del frente de derechas y Vox. Un resultado por debajo de lo esperado tanto para Navarra Suma como para la formación de Abascal, que tenían unas expectativas bastante más altas que ese 34,15% que recabaron en total.

El indiscutible triunfador de la jorna fue el PSN-PSOE, que acaparó 94.094 votos (el 25,75% ), después de haberse quedado en las elecciones de 2016 en el 17,35%. Un salto de más de 36.142 votos que le permitió recuperar el segundo escaño que no tenía en Nafarroa desde 2008 y llegar muy bien posicionado a la triple cita con las urnas del 26 de mayo, día en el que se elegirá el Parlamento foral, los ayuntamientos y concejos y la Eurocámara. A partir de entonces, corresponderá a la socialistas decidir con cuál de los otros dos espacios políticos de la Comunidad Foral busca el acuerdo. En la legislatura recién concluida el PSN optó por arrancar desde la equidistancia entre el cuatripartido y la derecha, al abstenerse a la investidura de Barkos, pero luego ha estado mucho más cerca de la oposición que del Gobierno del cambio.

Trasvase de votos Más allá de que Navarra Suma viera cumplido el objetivo de conseguir dos diputados, lo cierto es que la coalición en la que conviven lo que queda del regionalismo de UPN, el sector más conservador del PP y el antiforalismo de Ciudadanos no ha seducido al electorado. Además de perder más de 20.000 votos -cabe deducir que la mayoría fueron a Vox y el resto al PSN-, entre algunos de sus dirigentes existe la sensación de que no se trata de una alianza que vaya a funcionar en las elecciones forales. Y, lo que es peor, no es la más adecuada para buscar el entendimiento con el PSN, único partido con el que podría tener la capacidad de volver al Gobierno.

En cuanto a las fuerzas del cambio, Unidas Podemos es la que sale peor parada, pese a ser la única que consigue llevar un representante al Congreso. La coalición de izquierdas ha pasado de obtener el 28,32% del respaldo social en 2016 al 18,66% de este domingo tras dejarse por el camino más de 26.000 votos. Puede concluirse que entre los destinatarios de quienes tres años atrás escogieron la papeleta de Unidos Podemos y ahora la cambiaron estarían tanto el PSN, como EH Bildu y Geroa Bai.

Precisamente las dos siglas del espacio nacionalista vieron mejorados sus resultados con respecto a la contienda de hace tres años. Sobre todo EH Bildu, que se acercó al 13% de los votos y tocó con los dedos durante buena parte de la noche el escaño que finalmente fue a parar al PSN.

La coalición soberanista, que también mejoró la representación que desde la CAV mandará a Madrid, amplió su espacio por su acierto con la candidata y la estrategia. Con Bel Pozueta, exportavoz de Altsasu Gurasoak, empatizó buena parte del electorado, que también aprobó la estrategia de confluencia con otras fuerzas republicanas en las Cortes que dará más eficacia y visibilidad a este espacio político.

Geroa Bai, después de un mal resultado en 2016, recibió casi 8.000 votos más que entonces hasta llegar al 6%. Un porcentaje alejadísimo del escaño que tuvo hasta 2015, pero que le ha permitido tener visibilidad y engrasar la maquinaria electoral para la cita del 26 de mayo.

Votos por escrutar El voto que han depositado por correo 2.502 navarros residentes en el exterior se conocerá mañana, aunque previsiblemente no modificará el reparto de escaños. Tan solo el segundo escaño del PSN, que se disputó duramente con EH Bildu, podría ser susceptible de cambio, pero no es previsible dado el histórico de reparto de estos votos. En 2016, hubo 1.533 votos. En aquella ocasión, UPN-PP fue la fuerza más votada con 542 votos, Unidos Podemos recibió 417 papeletas y el PSOE sumó 221 votos. Por su parte, EH Bildu obtuvo 64 papeletas y Geroa Bai, 54.