barcelona - Coincidiendo con la resaca electoral y el excelente resultado en las urnas del independentismo catalán, encabezado por varios de los dirigentes soberanistas presos, ayer se reanudó en el Tribunal Supremo el juicio por el procés con la declaración de varios eurodiputados que coincidieron en el Parlamento Europeo con Raül Romeva, exconseller de Exteriores en la época de Carles Puigdemont y uno de los acusados en prisión incondicional. A propuesta del republicano, elegido senador, varios eurodiputados y observadores internacionales defendieron el carácter pacifista y democrático del exconseller y de su Govern, y el derecho de autodeterminación. Uno de los testigos, Ivo Vajgl, eurodiputado y exministro de Exteriores esloveno, explicó que el asunto del referéndum siempre estuvo presente en el Parlamento Europeo. “Se hablaba de como conseguir un consenso con el Gobierno español”, destacó. Además, defendió que Romeva nunca defendió la violencia. “Siempre ha apostado por la vía pacífica y el diálogo”, resaltó.
El observador internacional Andrej Hunko, miembro del Bundestag alemán, explicó que Diplocat le invitó para realizar un viaje y presenciar el 1-O. “Se trataba de una visita y en ningún caso de un programa de observación oficial”, dijo. “Las dos primeras noches de hotel no fueron sufragadas por mí”, afirmó. “Es un procedimiento frecuente, cuando se hacen este tipo de invitaciones”. Mientras, una diputada de Quebec, Mannon Massé, sí señaló que acudió de observadora.
Por su parte, el cantautor y exdiputado de JxSí, Lluís Llach, reveló que fue él quien animó a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart a subirse a un vehículo de la Guardia Civil el 20-S para desconvocar la protesta frente a la conselleria de Economía. - I.S.M.