Bilbao - El PNV cerró ayer la campaña de las elecciones generales poniéndose en la piel de la aldea gala de Astérix y Obélix que resiste ante la ofensiva de los romanos, que tienen completamente sitiado su campamento. En un contexto de amenaza sobre el autogobierno vasco por parte de la derecha española, pero también por parte de una izquierda que lleva por dentro “España y el poder como su verdadera razón de ser”, los jeltzales pidieron votar en clave vasca para defender lo conseguido y alumbrar nuevos avances. Ortuzar pidió redoblar esfuerzos y pelear por el sexto escaño para asegurarse la máxima influencia posible en el Congreso. Frente a la tentación de caer en el llamado voto útil a alguna de las principales formaciones estatales, el presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, pidió rechazar a los que lancen un mensaje recentralizador (PP, C’s y Vox), pero también a los que vienen de manera “sibilina” y con guiños, como Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a los que tildó “de caballos de Troya” que llevan dentro a España. El lehendakari también apostó por ofrecer mañana “una respuesta nacional vasca” a las amenazas contra el autogobierno, que consideró muy serias y que afectan a instituciones clave como la Ertzain-tza y la figura del Concierto.
El PNV cerró la campaña con un acto multitudinario en El Arenal bilbaíno, donde se dieron cita más de 2.000 simpatizantes, se lanzó confeti y se agitaron carteles con la caricatura del cabeza de lista por Bizkaia al Congreso, Aitor Esteban. Las referencias a Astérix y Obélix y la resistencia de la “aldea vasca irreductible” fueron una constante, y se apostó por pelear por los seis escaños en el Congreso (Ortuzar concretó que habría que lograr un asiento más en Bizkaia, hasta tener tres; obtener dos en Gipuzkoa, y uno en Álava) y ocho en el Senado (seis en la actualidad, ninguno de ellos por Araba). Las encuestas auguran ese sexto escaño en el Congreso, que el PNV ve al alcance de la mano si la movilización es intensa.
La campaña electoral ha discurrido plácidamente para el PNV. La reciente firma de la transferencia de la autopista AP-68 lo ha consolidado como referente de la agenda vasca en Madrid, en un momento en que EH Bildu quiere disputarle esa plaza y exhibe un perfil más institucional que no ha podido acompañar, sin embargo, con hechos concretos. Los jeltzales se marcan como objetivo mantener el grupo propio en el Congreso para preservar su influencia, sus turnos de intervención, y su autonomía para decidir el sentido de voto y presentar iniciativas. Se consigue con cinco escaños (los que tiene ahora) y un 15% del voto en cada una de las circunscripciones donde se presenta, pero acaricia un sexto escaño.
Todo dependerá de cómo evolucione el voto socialista y de cómo cale en la sociedad vasca la apelación de Pedro Sánchez a aglutinar todas las papeletas en la candidatura del PSOE para frenar a la derecha española, que ayer pudo sembrar una mayor alarma después de que Casado abriera la puerta a que Vox entre en el gobierno. El PNV alerta de que votar a Sánchez es también un riesgo porque no se descarta que pacte con C’s, que tiene una posición contraria al Concierto Económico y muy restrictiva con el autogobierno. Ayer, Sánchez volvió a pedir a Rivera que le levante el cordón sanitario y sea constructivo tras las elecciones, lo que da aire al PNV y da credibilidad a su aviso al votante para que no opte por el PSOE, sino por los jeltzales, para que formen un grupo numeroso e imprescindible en la gobernabilidad de manera que la llave la tenga el PNV y no C’s. Ortuzar avisó de que algunos partidos están apostando con claridad por arrebatar el autogobierno a Euskadi y meter mano en la enseñanza, en alusión al PP y a Ciudadanos. Vio un riesgo de que se pierda “lo conseguido hasta ahora”, y que se pare “el avance hacia la libertad nacional y se vuelva cuarenta años atrás”. Sin embargo, avisó: “No les vamos a dejar, porque vamos a llenar las urnas de papeletas a favor del autogobierno”.
Volvió a apoyarse en Astérix y Obélix para recordar una de las frases de las historietas y aplicársela a todos los partidos estatales, pero muy especialmente a la izquierda que se presenta como garante del autogobierno: “Temo a los griegos, incluso si traen regalos”. “Temo a los partidos españoles, aunque me traigan regalos. No podemos confiar en ellos. Algunos se han ganado a pulso nuestro rechazo por hablar de congelar el Estatuto, hacer del euskera una lengua de segunda y manipular el Concierto. Más que un regalo, serían una plaga. Pero hay otros más sibilinos, que se acercan con buenas palabras, prometiendo blindajes del Estatuto como Pablo Iglesias, o diálogo sobre la plurinacionalidad como Pedro Sánchez. No nos fiemos de esos caballos de Troya, porque por dentro llevan su verdadera razón de ser: España y el poder en España. Y lo nuestro es Euskadi y el autogobierno de Euskadi”, avisó.
los establos Esteban, fiel a su estilo, comenzó con una anécdota del conde de Bougainville, oficial del ejército francés en Canadá en los tiempos de la colonia, quien escuchó decir al ministro Berryer, que quería desentenderse de la situación, que “cuando la casa se quema, uno no se ocupa de los establos”. Esteban dijo que los problemas de Euskadi y Catalunya son para Madrid “los problemas de los establos y los caballos que los ocupan, una parte prescindible” que quieren sepultar con interpretaciones restrictivas de la ley y tribunales. “Hablan solo del estiércol que, según ellos, tienen esos establos, cuando en realidad esos humildes lugares relucen más que su gran salón palaciego madrileño”, lanzó. Pidió el voto para “hacer frente a la arrogancia y agresividad de Rivera con lo vasco, a los anuncios de Casado de más recentralización, y evitar un acuerdo entre PSOE y C’s como el que firmaron hace tres años, en febrero de 2016”.
Urkullu, por su parte, avisó de que las propuestas de los partidos españoles están “alejadas de la realidad vasca”, que Euskadi “no existe para ellos” y solo la usan “para sus intereses”. El lehendakari mencionó las “serias amenazas” que se ciernen sobre el autogobierno, porque se está cuestionando la educación vasca, la Ertzaintza y el sistema de protección social. “Frente a las amenazas, respuesta nacional vasca”, alentó, para pedir el voto a favor del PNV.