2 A. Irisarri

f Iban Aguinaga

pamplona ? EH Bildu hizo coincidir ayer el Aberri Eguna con su acto principal de campaña para las elecciones generales del próximo domingo. En el parque de la Taconera de Pamplona y ante unos 4.000 asistentes, según datos de la Delegación de Gobierno, el partido soberanista escenificó el objetivo político para el 28 de abril: mantener la capacidad de influencia en la política estatal ?con el mejor ejemplo del trascendental papel de EH Bildu en la caída de Rajoy?, doblar su representación (con un escaño en Navarra que ven recuperado tras los malos resultados de 2015 y 2016) y conformar, junto con otras fuerzas similares (como ERC en Catalunya y el BNG en Galicia) un gran bloque republicano, que según el CIS podría tener entre 15 y 20 escaños en el Congreso. Por eso el acto fue a lo grande y las apuestas, valientes. Arnaldo Otegi, que cerró el acto con el deseo de amargar la noche del 28 de abril a los “fascistas”, vaticinó desde su optimismo ?y contra el criterio de sus asesores? que el bloque republicano será capaz de sumar un millón de votos en las urnas, y que esa fuerza servirá para “evitar que en el Estado haya un gobierno de la extrema derecha”. Pero que, a su vez, no se plegará a conceder cheques en blanco a ninguna otra alternativa, especialmente si se trata de un Gobierno “inmovilista”.

república contra la casta La primera en hablar fue Bel Pozueta, la candidata con la que EH Bildu quiere recuperar el escaño que perdió la formación en Navarra en 2015. Debutante en la primerísima primera línea de la política, dijo asumir con orgullo la misión de llevar a Madrid la voz de las injusticias cotidianas que viven mujeres, jóvenes o pensionistas, y prometió abanderar reclamaciones concretas frente a la involución de derechos que plantea la derecha. Con todo eso, sumado a la indignación de casos como el de Alsasua o el reciente macrojuicio contra la red de apoyo a los presos de ETA, Pozueta reivindicó tener la suficiente fuerza para reclamar “una relación de igual a igual con el Estado” y para avanzar en el desarrollo del sujeto político de Navarra para que “sea esta tierra la que pueda tomar sus propias decisiones”. Fue Otegi quien acompañó a Bel Pozueta y al resto de candidatos en el cierre del acto. Otegi citó a Telesforo Monzón, a Castelao y a Einstein para reivindicar la “patria liberadora”, la “patria de la gente” frente a los constructos patrióticos de la derecha, que siempre se aferra a las banderas para blindar sus intereses. “Queremos una república de iguales, no para la casta sino para la gente, y esto es algo que no lo entiende la derecha”. Y reivindicó el trabajo efectivo de su partido, una fuerza que no tiene “nada que demostrar”. Por eso, vio positivo que les critiquen. De hecho, celebró que “los fascistas” siempre se acuerden de él, porque “le rejuvenece” y le muestra que las cosas van bien, y porque lo preocupante sería “que los fachas hablasen bien de mí”. Sólo por los que no quieren que EH Bildu esté en Madrid merecería la pena tener representación, dijo, antes de concluir: “Ni pudisteis, ni podéis, ni podréis frenar las ansias de soberanía de la izquierda independentista”. l