covadonga - El líder de Vox, Santiago Abascal, volvió a elegir Covadonga, cuna de la Reconquista, para iniciar ayer una campaña en la que apostará por la defensa de la unidad de España y buscará dejar claro que nunca va a pedir perdón “por las obras que hicieron nuestros mayores a lo largo de los siglos”.
Como ya hiciera hace cuatro años, Abascal quiso que su primer acto electoral fuese en este rincón del parque Nacional de los Picos de Europa donde llevó a cabo una ofrenda floral ante la Virgen de Covadonga, a cuyos pies se arrodilló y rezó. Mientras que en la campaña de 2015 el acto pasó inadvertido, en esta ocasión las expectativas depositadas en Vox se reflejó en la presencia de más de medio millar de seguidores congregados frente a la basílica del Real Sitio con banderas, paraguas o gorras de España.
El líder de Vox afirmó que las elecciones van a ser históricas porque se debatirá “la existencia misma de España”, cuyas libertades están atacadas “por progres, islamistas y comunistas”. La unidad de España “no es negociable”, insistió Abascal, que señaló que va a pasar algo “muy grande” por la movilización en tornio a Vox. “Y teñir España de rojigualda, no de rojo como dijo el presidente del Gobierno; para representar a la buena gente, porque el que no es buena gente es quien para acceder al poder pacta con los enemigos de España, con los separatistas”, zanjó. - Efe/E.P.