bilbao - Siete sabotajes en poco más de una semana. El PNV volvió a criticar ayer los ataques a sus sedes sociales, esta vez en Iurreta y Portugalete, que ponen el colofón a unos días en los que el partido percibe una escalada en su contra. El 18 de enero, el batzoki de Altsasu amanecía completamente tapiado como protesta por el desalojo del gaztetxe Maravillas; después llegarían las pintadas en Basauri, Errekalde, Markina-Xemein y Lekeitio a modo de protesta por la posición del PNV ante la crisis venezolana y por la política penitenciaria. Ayer denunció las pintadas en Iurreta y Portugalete en apoyo a los presos de ETA. En el caso de Portugalete, además, se produjo un sabotaje coordinado que también afectó a las sedes del PP y el PSE y que denunciaba la muerte del expreso Oier Gómez. La presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, se preguntó “hasta cuándo” se van a producir estos ataques. “Los que no conocéis más que el ataque y la fuerza tenéis un largo camino por delante en este pueblo que quiere vivir en democracia, con respeto hacia los demás y en paz”, reprochó. El PNV de Iurreta también recriminó a los autores de las pintadas que ese “no es el camino”.

Se da la circunstancia de que se produjo una concentración de pintadas en Portugalete, donde también se vieron afectadas la sede del PP a pie de calle y la Casa del Pueblo del PSE. Los dos partidos denunciaron los hechos públicamente. Las pintadas, al igual que en el caso de la fachada del batzoki, hacían referencia a la muerte del expreso Oier Gómez en Baiona por un cáncer después de haberle sido suspendida la condena en 2017. En ellas se acusa a los jeltzales, al PSOE y al PP de ser unos “asesinos”. El PSE opinó que estos sabotajes “retrotraen a tiempos ya superados”. “Si los asesinos no nos amedrentaron, no lo van a hacer ahora los intolerantes”, zanjaron los socialistas.

crítica del PP También el PP denunció a través de las redes sociales lo sucedido, y se hizo eco de los sabotajes que padecieron en la misma localidad los socialistas y los jeltzales. “De nuevo atacan nuestra sede de Portugalete”, dijeron los populares, para condenar igualmente el ataque al batzoki y la Casa del Pueblo. “A todos les mandamos nuestro apoyo, y a los pintores les decimos que se olviden de fórmulas pasadas de amedrentamientos, amenazas o insultos. No pudieron ni podrán con nosotros”, dijeron.