barcelona - El PNV y la antigua Convergència volverán a presentarse en coalición a las elecciones europeas del 26 de mayo. De manera significativa, fue el propio PDeCAT quien anunció ayer públicamente por boca de su presidente David Bonvehí que la apuesta es dar continuidad a la alianza tradicional con los jeltzales. De esta forma, el partido catalán deshoja la margarita y concluye un debate interno muy complejo y lleno de incertidumbres, que se había entrecruzado con el nacimiento de la Crida de Puigdemont y la posibilidad de una lista unitaria de todas las siglas del soberanismo catalán, aunque esa opción fue descartada por ERC.

Fuentes de la dirección del PDeCAT confirmaron que esta decisión se adoptó el lunes, precisamente durante la reunión de la ejecutiva que tuvo lugar en Waterloo con el expresident Puigdemont. Este desenlace es muy importante para el partido de Bonvehí, que considera que repetir la alianza clásica con el PNV le permite recuperar las señas de identidad y su perfil ideológico. Se enfrentará a ERC, que ha conformado una alianza de izquierdas con EH Bildu y BNG. El PDeCAT, eso sí, se presentará como JxCat, y queda por decidir el nombre de la coalición con el PNV. Esta apuesta por el esquema clásico da mayor realce al pedigrí histórico del PDeCAT tras varios momentos de tensión por el devenir del proyecto.

Esta alianza también le beneficia porque el PNV es hegemónico en suelo vasco y atraerá votos. Los jeltzales, que ayer esperaban la confirmación oficial y privada del PDeCAT, se mostraron muy satisfechos porque este siempre fue su escenario ideal y les deja al alcance de la mano la opción de repetir el escaño de Izaskun Bilbao. Las elecciones europeas tienen una dificultad añadida para los partidos que solo tienen implantación en sus territorios y no a nivel estatal, porque el voto se emite por una única circunscripción, la del Estado español.

A partir de ahora, las dos partes tendrán que negociar el programa, el nombre de la candidatura y el resto de socios. En este punto, parece muy complicado el encaje de Coalición Canaria por su dureza contra el proceso soberanista catalán y sus planteamientos sobre el artículo 155 y la suspensión del autogobierno. En 2014, la Coalición por Europa aglutinó a la ya disuelta CiU, al PNV, a Compromiso por Galicia y a Coalición Canaria, y los jeltzales habían encarrilado ya para la próxima cita un acuerdo con los dos últimos, a la espera de que el PDeCAT resolviera su debate interno. No obstante, es muy probable que la alianza con los canarios tenga que replantearse porque no parece que seduzca ni al propio nacionalismo insular, ni al PDeCAT. Las fuentes de la dirección de Bonvehí apuntan en todo momento a una alianza con los gallegos, y reconocen la complejidad de aglutinar a los canarios.

A la espera de que se concrete, todo apunta a que el cabeza de lista volverá a ser catalán, así como el número tres. Los números dos y cuatro podrían quedar reservados para el PNV. Bilbao ya fue segunda en 2014 y ahora repetiría, a la espera de que las bases jeltzales la ratifiquen. Desde la ejecutiva del PDeCAT no quieren concretar candidatos porque aún es pronto y no ofrecen más detalles, aunque en determinados corrillos no se concede demasiada credibilidad a los nombres que se han puesto en circulación, como el del exconseller Jordi Turull, o el abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, que se ha propuesto él mismo. Además, se da la circunstancia de que el actual eurodiputado, Ramon Tremosa, también quiere repetir. Lo que sí descartan fuentes oficiales de manera tajante es que Puigdemont se vaya a postular. Ha trasladado a Bonvehí que no está interesado en un proceso electoral y que se centrará en dar a conocer al mundo las demandas catalanas.

con otros Esta alianza, que además ratifica la sintonía histórica entre el PNV y la antigua Convergència y supera de manera definitiva los malentendidos que pudieran surgir en el pasado, la anunció ayer el propio Bonvehí en Rac1. Dijo que se podrán unir otros “partidos nacionalistas”.