madrid - La reunión entre el Govern de Quim Torra y el Ejecutivo español de Pedro Sánchez tiene visos de cerrarse después de que Moncloa se haya abierto a su celebración tras los contactos mantenidos entre ambas partes. “Creo que habrá un encuentro y hablaremos de los problemas de Catalunya y de la crisis que el independentismo ha provocado”, reflexionó la vicepresidenta Carmen Calvo, que estima que la cumbre debería producirse “por razones de lealtad y cortesía institucional”. Tras encontrarse este pasado lunes con el vicepresident Pere Aragonès y la consellera Elsa Artadi en un lugar discreto de Barcelona, los miembros de la Generalitat reiteraron su oferta de cita entre ambos gobiernos o de una representación reducida de los mismos, y que ahora permanecen a la espera de una respuesta por parte de Madrid.
Según la dirigente socialista, “esto hay que resolverlo por vías completamente razonables y equilibradas”, aunque el Ejecutivo de Sánchez cree que por un lado tendrían que verse las caras ambos presidentes y, por otro, de forma paralela, ministros y consellers. El Gobierno socialista quiere evitar una imagen de relación bilateral asegurando que “no vamos a hacer una reunión dual porque el Gobierno de España lo es también de Catalunya”. Así, podrían reunirse Sánchez y Torra, y a su vez en otra cumbre Aragonès, Artadi, Calvo y Batet, sin perjuicio de que también puedan participar el ministro José Luis Ábalos y la consellera Àngels Chacon. En este sentido, el vicepresident del Govern reseñó que se está “más cerca” de un acuerdo sobre el formato de un encuentro que debería ser “útil” y “con contenidos” acordados “de antemano” porque “tenemos problemas del día a día, pero también problemas de fondo muy importantes relativos a la relación entre Catalunya y el Estado y a los presos políticos y exiliados”.
Sobre los posibles altercados que puedan darse este viernes, Calvo destacó que no sería admisible que haya un problema de seguridad, reclamando que el Consejo de Ministros en Barcelona se vea con “normalidad” política “frente a quienes pretenden la excepcionalidad constante” en Catalunya. “España va a España, que es Catalunya”, y frente a quienes pretenden que todo esté constantemente trufado de excepcionalidades y de tensiones, lo que hay que hacer es reaccionar constantemente con una madurez profunda a la normalidad”. Avisó también de que la excepcionalidad no solo proviene de Catalunya, sino también de quienes pretenden aplicar el artículo 155, en alusión a PP y Ciudadanos. Por ello recordó que “Aznar nos invita todos los días a que incumplamos la Constitución”, y “ya nos metió en una guerra”. Aragonès consideró que para garantizar la seguridad los mossos aparcarán sus reivindicaciones laborales por “profesionalidad” y expresó toda la confianza en quienes gestionan el orden público.
Frente a determinados barones del PSOE que reclaman la ilegalización de los partidos independentistas, la vicepresidenta española puntualizó que “a los partidos únicamente se les puede ilegalizar cuando tienen vínculos con la violencia, pero no por sus ideas”.