madrid - No hay semana de respiro para el Gobierno de Pedro Sánchez. Si en los últimos días el Ejecutivo se ha visto debilitado por la dimisión de Carmen Montón y ha tenido que salir al paso para despejar las dudas sobre la tesis de Sánchez, ahora es la ministra de Justicia, Dolores Delgado, la que está en entredicho tras destaparse su vinculación con el comisario retirado José Villarejo, que se encuentra en prisión preventiva. Tras publicarse varios audios en los que Delgado conversa amistosamente con Villarejo, el PP no dudó en exigir su dimisión. “No puede seguir como ministra ni un minuto más”, demandó el secretario general popular, Teodoro García Egea.
La ministra se encuentra en el ojo del huracán después de que el medio digital Moncloa.com haya sacado a la luz unas grabaciones en las que comenta temas cotidianos con José Villarejo, en una comida que éste ofreció para celebrar la concesión de una medalla al mérito. En dicho evento también se encontraban el exmagistrado Baltasar Garzón y otros mandos policiales, entre ellos el entonces director adjunto de la Policía Nacional, Eugenio Pino.
Esto se suma a las informaciones publicadas la semana pasada en relación a una investigación de la Audiencia Nacional sobre una supuesta cita entre Villarejo y Delgado, en su etapa de fiscal. La ministra, que negó en un primer momento haber tenido relación con el excomisario, admite ahora que coincidió con él en tres ocasiones y anuncia que dará explicaciones en el Congreso.
Con todo ello, en el PP ya reclaman la dimisión de la ministra que, según Teodoro García Egea, es “una vergüenza” para el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Es insostenible para el devenir diario que una ministra que ha mentido siga ocupando una cartera tan importante”, dijo el secretario general. Los populares mantienen así su discurso beligerante con el Gobierno y buscan propiciar la tercera dimisión en una cartera ministerial, tras las de Màxim Huerta y Carmen Montón. Una renuncia más pondría a Sánchez contra las cuerdas y abriría la puerta a un adelanto electoral. Es precisamente eso lo que desean en la oposición: “Para resolver estas dudas, lo mejor es preguntárselo a los españoles”, expresó García Egea.
El PP también amaga con reprobar a la ministra en sede parlamentaria. Se trataría de la segunda vez que lo intenta; ya lo hizo cuando Justicia titubeó en la defensa del juez Llarena en Bélgica, aunque la iniciativa no salió adelante. En caso de prosperar en esta ocasión, Dolores Delgado sería la primera ministra reprobada en el actual Gobierno. En el último mandato de Rajoy las reprobaciones fueron constantes, con hasta cinco ministros censurados por el Congreso, entre ellos el antecesor de Delgado, Rafael Catalá.
tres encuentros La titular de Justicia, por su parte, salió ayer al paso de las informaciones publicadas y explicó que en sus 25 años en la Audiencia Nacional ha coincidido con el excomisario en tres ocasiones, en el marco de encuentros con “otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales”. En un comunicado del Ministerio, Delgado acusó a Villarejo de “atacar al Estado y sus instituciones” dentro de su “estrategia procesal”, y se mostró dispuesta a comparecer en el Congreso para dar explicaciones.