bilbao - La ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco está marcando el pulso político en los últimos meses. Ahora entra en una nueva fase con la participación de un grupo de juristas que sobre las bases del acuerdo PNV-Bildu y los votos particulares de Elkarrekin Podemos, PSE y PP redactará un articulado de nuevo Estatuto para Euskadi que posteriormente, tras las elecciones forales y municipales de mayo de 2019, tendrán que consensuar antes de enviarlo al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva.
En la encomienda a los expertos para que redacten un borrador de Estatuto, el PNV se ha ratificado en lo acordado con Bildu. ¿Cómo lo interpreta?
-La parte más difícil va a ser esa en la que somete que las bases de ese acuerdo y los votos particulares no pueden contradecir los principios inspiradores de esas bases. Eso estrecha bastante el margen para extender el acuerdo porque, aunque las bases llevan incorporados los votos particulares del resto de los partidos, la búsqueda de puntos de conexión de los expertos tiene la dificultad de que han de respetar lo que dicen las bases. Tendrán que traducirlo en una propuesta articulada y luego algún grupo la registrará en el Parlamento y ahí se abrirá una nueva ocasión para hacer un trabajo de acercamiento de posiciones.
Las modificaciones se deberán hacer en todo caso “desde el respeto” al espíritu de los principios avalados por los nacionalistas. ¿Está el PSE dispuesto a asumir esos principios?
-No es cuestión de si estamos dispuestos o no. El PSE ha hecho todas las aportaciones que podían mejorar las herramientas del GobiernoVasco para poder gestionar mejor los servicios públicos de los ciudadanos, defender mejor los derechos sociales como el de la vivienda o la RGI. En ningún momento queremos repetir el error cometido en Catalunya. Ya hemos visto cómo ha acabado eso en Catalunya y no lo queremos para Euskadi. El Estatuto de Gernika de 1979 ha sido una gran herramienta para los vascos pero necesita ser modernizada y nuestras aportaciones han ido por esa vía.
¿Cree que el PNV cederá en alguno de sus planteamientos del acuerdo con Bildu?
-Hasta el momento no ha podido zafarse del cerco de Bildu en la ponencia de autogobierno. Espero que en el futuro tengan efecto las palabras de Andoni Ortuzar y otros dirigentes abogando por ensanchar el acuerdo y por que sea una reforma con validez en su tramitación. Espero que sea posible en algún momento.
¿El derecho a decidir que pretenden PNV y Bildu es una línea roja para el PSE?
-Nosotros nunca hablamos de líneas rojas ni de catástrofes. Bastante hemos sufrido con el terrorismo de ETA y el acoso político. Cada uno es libre de proponer lo que considere mejor para Euskadi. Los socialistas siempre hemos dicho que nuestros votos se van a utilizar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos e hicimos una apuesta por la estabilidad de este país. La mirada plural es necesaria también en la reforma del Estatuto porque el PNV en ocasiones tiene la tentación soberanista. Ahora bien, todos nos tenemos que sentir cómodos. Yo no le voy a pedir al PNV que renuncie al soberanismo, es su ideología. Del mismo modo, no pueden pretender que renunciemos a que para nosotros lo más importante sean los derechos de los ciudadanos, su extensión y su garantía.
Dice usted que el PSE no puede volverse nacionalista vasco. ¿Deben PNV y Bildu volverse no nacionalistas vascos, siendo claramente mayoritarios?
-Nosotros no hablamos de vetos. En este asunto el que habla continuamente de vetos es EH Bildu y algunas personas del PNV. Nosotros tenemos nueve representantes en el Parlamento Vasco y Bildu y PNV tienen la mayoría clara y, si quieren, pueden tirar con esa mayoría.
¿A dónde nos abocaría si decidieran tirar adelante?
-Eso deben responderlo ellos. Yo no quiero frustrar a la ciudadanía. Yo estoy en política para resolver los problemas, no para generar frustraciones. Lo que importa a la gente es saber que Osakidetza sigue siendo puntera, que tiene un buen médico de familia cerca de casa, que tenemos haurreskolas para que las mujeres podamos conciliar la vida laboral y familiar, que la universidad pública es competitiva?
¿Serán los votos particulares los que desbloqueen el nudo?
-No lo sé. En los votos particulares nosotros hemos exprimido las posibilidades que ofrece la legislación vigente. Incluyendo competencias que ahora mismo no están recogidas en el Estatuto de Gernika pero que leyendo la Constitución podrían tener cabida como, por ejemplo, la gestión de los flujos migratorios. En cualquier caso, ahora es la hora de los expertos, de los técnicos, y no les podemos trasladar una responsabilidad que corresponde a los políticos. Nos van a ayudar en la parte técnica pero la solución la debemos dar los políticos.
Si se alcanzara un acuerdo en el Parlamento, ¿habría que llevarlo a una consulta ciudadana en Euskadi antes de su paso obligatorio por el Congreso de los Diputados?
-En el acuerdo de gobierno con el PNV dijimos que la reforma estatutaria debe seguir las normas vigentes y estas no validan una consulta habilitante como defienden PNV y Bildu. Además, con el agravante de que esa consulta solo traerá un enfrentamiento entre Euskadi y el Congreso como hemos visto en el caso catalán.
Por tanto, no es partidaria de ningún tipo de consulta antes de llevar el texto estatutario al Congreso.
-El Estatuto es una ley orgánica y tiene que ser ratificada por las Cortes Generales. Esa es la tramitación establecida y es lo que hizo, por ejemplo, el lehendakari Ibarretxe con su propuesta de Nuevo Estatuto Político para Euskadi.
¿Da por descontado que un acuerdo en el Parlamento Vasco que contara con el apoyo del PSE también tendría el visto bueno del PSOE?
-Lo que acuerde el PSE en Euskadi lo ratificará el PSOE en el Congreso de los Diputados. Además, creo que podría salir adelante con el respaldo de las fuerzas políticas que apoyaron la moción de censura a Mariano Rajoy.
¿Cómo está interfiriendo este debate en la relación entre el PSE y el PNV en su alianza en el GobiernoVasco?
-No está afectando a nuestra relación porque el acuerdo incluye una salvaguarda para sacar del gobierno el debate partidario y por tanto este tema está residenciado en el Parlamento Vasco.
Pedro Sánchez se comprometió a desbloquear la negociación sobre las transferencias pendientes a Euskadi, pero todavía no ha dado ningún paso efectivo. ¿Lo va a dar?
-Solo lleva cien días y ya ha convocado unas reuniones bilaterales entre los gobiernos vasco y español en los que se han retirado los recursos de inconstitucionalidad a dos leyes muy importantes (ley de presupuestos y ley de abusos policiales). En cuanto a las transferencias, el traspaso de dos líneas de ferrocarril está muy avanzado; antes de octubre podrían estar transferidas. No ha habido tiempo para mucho más, pero lo hecho ya es más de lo que ha hecho el PP en siete años en el gobierno. Sánchez tiene un claro compromiso con el autogobierno vasco, una magnífica relación institucional con el Gobierno Vasco, hay una gran sintonía entre ambos ejecutivos y eso irá dando sus frutos.
¿Se transferirán en este mandato de Sánchez las competencias de Prisiones y del régimen económico de la Seguridad Social?
-Dependerá de cómo trabajen los dos gobiernos, pero la gente tiene que ser consciente de que es un gobierno recién llegado y está colaborando con el Gobierno en el conjunto del informe de transferencias.
No parece optimista sobre esas dos transferencias durante esta legislatura.
-No me aventuro a decir ni que sí ni que no porque no estoy sobre el tema. Pero lo importante es que hay voluntad por las dos partes y hay impulso político en los dos gobiernos.
El Gobierno Vasco del PNV y PSE necesita un voto para sacar adelante los Presupuestos de 2019. ¿De dónde lo van a sacar?
-Nosotros tendemos la mano a todos los grupos de la oposición. El día a día de la vida parlamentaria revela que la mayoría de los temas que se aprueban en el Parlamento lo hacen por mayoría, incluso por unanimidad. Por tanto, si estamos de acuerdo en tantas cosas, tendrán que ser los grupos de la oposición los que expliquen por qué no apoyan los Presupuestos que ponen dinero para llevar a cabo las medidas aprobadas en la Cámara vasca.
¿Cuál es su preferencia?
-Bildu tendrá que decir si de verdad le preocupa el día a día de los vascos, aparte de las cuestiones identitarias y ahí va a tener una ocasión para mojarse por la Euskadi real. El Gobierno le tiende la mano. Por su parte, Podemos tendrá que aclararse para qué están en política. Va a pasar la legislatura sin ningún acuerdo y la política son acuerdos, no solo pancarta. Y el PP siempre ha hecho el discurso de la estabilidad; tendrá que explicar por qué no apoya unos Presupuestos expansivos que mejoran inversiones y otras cosas.
Sus palabras revelan poca confianza en un apoyo a los Presupuestos de cualquiera de los tres partidos. ¿Están abocados a la prórroga presupuestaria?
-No hay que dramatizar con ningún escenario. Lo mejor sería tener unos nuevos Presupuestos pero, si no quieren acordar porque están pensando en clave electoral, que lo expliquen. Nosotros tendemos la mano a todos los grupos y sé que el lehendakari y el consejero de Hacienda van a hacer un esfuerzo por acordar. Si no se logra, tampoco pasa nada.
¿Sacará Sánchez los Presupuestos de 2019? ¿Con el apoyo de los nacionalistas catalanes?
-Todos los grupos que apoyaron a Pedro Sánchez para derrocar al gobierno corrupto de Mariano Rajoy tienen una responsabilidad en hacer posible estos Presupuestos. Se está viendo que podemos hacer muchas cosas y cambios. Los partidos catalanes tendrán que ayudar a sacar adelante las Cuentas.
¿Va a agotar el Gobierno de Sánchez la legislatura? ¿Sería un fracaso si no lo hace?
-Esta legislatura no está siendo un fracaso sino una oportunidad. En España había necesidad de ver que la política era útil. El Gobierno de Sánchez es un gobierno que además de solventar cuestiones sociales y laborales, también hay una percepción de que este gobierno tiene una sensibilidad distinta con Catalunya y que tiende la mano al diálogo. Es una oportunidad que no podemos desaprovechar y creo que los partidos catalanes debieran de valorarlo. Dejando aparte el tema del referéndum independentista, se puede hablar de todo, la puerta siempre hay que tenerla abierta.
¿Debería dar Sánchez alguna instrucción a la fiscal general del Estado para que la fiscalía no pida que los presos soberanistas catalanes sean juzgados por rebelión?
-El Gobierno no puede dar instrucciones a la Fiscalía porque es autónoma aunque orgánicamente dependa del Ministerio de Justicia. Los jueces y fiscales son muy susceptibles y, si creen que alguien trata de orientar su labor, actuarán en el sentido contrario. Lo mejor es dejar hacer al poder judicial y esperar que estas cuestiones vayan resolviéndose.
Los dos primeros presos de ETA no arrepentidos han sido acercados pero no a Euskadi, sino a cárceles cercanas a Euskadi.
-Se han marcado unas prioridades como presos enfermos, mujeres con niños pequeños en prisión, mayores de 70 años, personas que llevan mucha condena cumplida o presos sin delitos de sangre, o que trabajan en prisión? Estas personas tienen que ir evolucionando de grado y hay que ir acercándolas a Euskadi. Tienen que salir de la cárcel no orgullosos de su pasado, sino reconociendo el daño causado a la sociedad y a sí mismos.
¿Se acercarán a todos o solo a los enfermos graves y los que estén en el tramo final de su condena?
-Se pueden establecer fases para esos perfiles, pero nuestra opinión es para el conjunto del colectivo.
¿Pedro Sánchez va a salir políticamente vivo de la polémica de su tesis doctoral?
-Es una persona íntegra, con una fortaleza interior sin igual. Si la única crítica que se le podía hacer era que su tesis no estaba abierta al público, es síntoma de que lo está haciendo muy bien como presidente. Si es lo único que tiene Rivera para criticar a Sánchez, es que lo estamos haciendo muy bien.