GETXO - Joseba Markaida Bilbao falleció este pasado miércoles, 12 de septiembre, en Algorta, de forma repentina, a las 64 años de edad. Marino mercante y técnico de Salvamento Marítimo, desde su juventud mostró una gran inquietud y sensibilidad política. Militante de Euskadiko Ezkerra, pasó a formar parte de las filas del partido socialista tras su fusión en 1993. Durante su etapa política, fue elegido concejal de Getxo en el año 2000 y luego también fue edil en el Ayuntamiento de Berango desde 2003 a 2015.
De su militancia en Euskadiko Ezkerra le recuerda Josu Montalbán, político, escritor y colaborador de diversos medios de comunicación, Onda Vasca, entre ellos, donde ambos participaron en distendidas tertulias.
Sin embargo, fuera de antena y páginas, compartieron mucho más. Partido, ideales, carácter pero, sobre todo, conversaciones sinceras. Desde que se conocieron se estableció entre ellos una estrecha relación de amistad que trasciende más allá de la militancia. “Es una de las personas que más me ha enriquecido”, destaca Montalbán. “Ser amigo suyo e irse a tomar algo con él era como viajar al fin del mundo”, refleja sobre esas largas horas que pasaron sentados frente a un café compartiendo la vida.
Markaida poseía una capacidad retórica extraordinaria. Cada relato que ofrecía cautivaba a sus oyentes. “Era un hombre culto, con mucho mundo fruto de su trabajo como marino, lo que le proporcionaba una gran visión de lo que era la libertad. Además, era una persona muy observadora a la que le gustaba mucho leer y escribir, faceta que ejercía muy bien”, prosigue.
De mirada cristalina, sus ojos azules reflejaban la libertad construida allende los mares. Un espíritu libre que navegaba por el mundo. “Congeniábamos mucho. A nivel político no sé si era un verso suelto o el poema entero, pero eso no quiere decir que fuera indisciplinado, sino que se atrevía a opinar de los que otros muchos no lo hacían. Destacaba por su valentía, libertad y entereza para abordar temas espinosos”, señala con rotundidad.
Después de su entrada en el mundo de la política, sus sólidos ideales le causaron más de un disgusto. La amenaza de ETA siempre estuvo latente y, tanto él como su familia, sufrieron la barbarie terrorista en varias ocasiones en su casa de Getxo. Ataques, pintadas amenazantes, hostigamiento permanente..., todo ello no terminó por minar su moral, ni su voluntad, ni sus férreas convicciones. Pudo irse y no lo hizo. Surcar otros mares en busca de aguas más tranquilas. Eligió quedarse. “Se ensañaron bastante contra él. Fue una persona muy valiente en la lucha contra el miedo y no sabían con quién estaban tratando”, refleja Montalbán, que ensalza su manera de sobreponerse a la persecución. “Era capaz de enfrentarse a lo que fuera, pero no es lo mismo cuando tienes familia y sufren. Eso es distinto”, reconoce. Posteriormente, Markaida puso su experiencia al servicio de otras personas que también sufrieron desde su cargo de presidente de Zaitu, asociación de perseguidos, amenazados y exiliados por la acción de ETA.
Sobre esta línea, de su etapa en la vida municipal, la actual alcaldesa de Berango, Anabel Landa, destacó ayer que se trataba de una persona “muy directa y convencida de que con su labor mejoraba Berango”. “En muchas situaciones lo hizo incluso anteponiéndolo a sus ideas políticas. Berango siempre recordará su paso por el Consistorio”, concluyó. - C. Zárate