madrid - El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, exigió ayer al Gobierno español que “destense” la situación en Catalunya y para ello pidió que la Abogacía General del Estado retire la acusación por rebelión contra los dirigentes independentistas que se encuentran en prisión y exiliados fuera del Estado español. Así lo expresó en una entrevista en RNE en la que el diputado de Unidos Podemos aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez “tiene margen para hacer cosas que mejoren” la situación en Catalunya más allá de promover la intervención de la Fiscalía General del Estado, como pide el independentismo, y defendió que un paso podría ser que la Abogacía retire su acusación, que, a su juicio, “no tiene ni pies ni cabeza”, y supone una “politización extrema” del poder judicial, así como una “situación injusta” de prisión.
Además, censuró que el Ejecutivo socialista haya asumido la defensa del juez Pablo Llarena ante la querella que le han planteado en Bélgica “por bocazas”, tras hacer declaraciones públicas sobre la causa contra el procés de la que es instructor. Garzón reprochó que el Gabinete de Sánchez adoptó una decisión “errónea” al ceder a “una especie de chantaje” del sector más conservador del poder judicial para defender al magistrado, que mostró su “incapacidad de no verse como una cruzado frente a la independencia” y mantenerse “neutral”.
El líder de IU aseguró que la colocación de lazos amarillos suponen reivindicar esta liberación “de forma legítima” y la retirada de estos símbolos, como hizo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, o las campañas para desmontarlos “son prácticas de censura absolutamente reprochables”. De esta manera, se refirió a “grupos camuflados” como los que esta semana retiraron lazos por la noche en Girona, algo que “infunde mucho miedo” y solo contribuye a incrementar la tensión. Garzón recriminó que algunos dirigentes políticos hagan un “caballo de batalla” de la retirada de lazos para “echar más leña el fuego”. - E.P./Efe