barcelona - Las próximas elecciones municipales de 2019 en Barcelona entran ya en ebullición con la designación de sus cabezas de lista. Ciudadanos está ultimando una candidatura encabezada por el ex primer ministro de Francia Manuel Valls, según confirmó el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, quien precisó que la sociedad civil también estará “muy presente”. A su vez, el PDeCAT trata de convencer a través de conversaciones con el expresident Carles Puigdemont que su cara visible sea la de Ferran Mascarell, quien en enero de 2016 fue nombrado delegado de la Generalidad de Catalunya en Madrid, siendo cesado del cargo a finales del 2017 en aplicación del artículo 155 de la Constitución española y restablecido en el cargo por el Govern de Quim Torra en julio de 2018. A ellos dos se sumaría en esa dura pelea la actual alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, liderando a Barcelona en Comú, y que en las últimas encuestas pelearía por el triunfo con ERC, que tendrá a Alfred Bosch como su candidato. Y es que Colau ha bajado ligeramente su popularidad debido a los problemas de vandalismo y con los manteros que se están produciendo en las últimas semanas.
Fue el propio Valls el que, el pasado 20 de abril, dijo que Ciudadanos le había propuesto aspirar a la Alcaldía de la Ciudad Condal y que se lo iba a pensar, tras lo cual Rivera confirmó que habían iniciado los contactos con ese fin. El líder de la formación naranja cree que la suma de la fuerza de un candidato como Valls y la del partido que ganó los últimos comicios autonómicos en Catalunya, algo que los sondeos no revalidan, pueda dar lugar a una opción “muy atractiva y muy transversal para la sociedad”. El objetivo, en sus intenciones, es que Barcelona, “en vez de estar en manos del separatismo, pueda estar en la vía constitucionalista”. “Si somos generosos e inteligentes, se puede sumar mucha gente que ni siquiera esté en la vida política”, de manera que sea “un proyecto de la sociedad civil, no solo de partidos, con una visión muy amplia para transformar Barcelona”, dijo. Eso sí, lo que está descartado es una lista constitucionalista de Ciudadanos junto a PSC y PPC.
En el PDeCAT, Puigdemont inicialmente apoyó a su exportavoz en el Govern, Neus Munté, elegida en las primarias internas del partido antes de que se enfrentara al cambio en la cúpula, forzado por el propio expresident. “Barcelona no puede estar en mejores manos que las tuyas”, le dijo el residente en Waterloo a Munté el pasado mayo, en un vídeo de apoyo a su candidatura. “Más allá de la gente que te ha dado apoyo, hay mucha gente que está esperando esto, que recuperemos Barcelona”, agregó. Sin embargo, la puesta en marcha de la Crida implicará que sus simpatizantes decidan si se tienen que presentar a las elecciones municipales y cómo diseñar sus listas. Para romper la idea de que la Crida es una mutación neoconvergente, mantener a Munté como cabeza de cartel sería un movimiento continuista. De ahí que irrumpiera Mascarell.
bosch, candidato de eRC El republicano Bosch confía en que ERC es un partido fuerte en Barcelona porque tienen unidad interna, subrayando que esta fortaleza es la que les hace “crecer y sumar para representar a la ciudad de Barcelona”.