madrid - El extesorero del PP Luis Bárcenas fue sorprendido el pasado jueves en la prisión madrileña de Soto del Real con diez pastillas para dormir en el bolsillo de su pantalón que no habían sido recetadas por el médico. Los comprimidos le fueron incautados al ser cacheado por los funcionarios tras un encuentro familiar vis a vis con su esposa, Rosalía Iglesias, según desveló la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones. Los hechos fueron denunciados a la dirección del centro penitenciario y podrían acarrear una sanción disciplinaria para Bárcenas, como limitaciones de visitas.

Según fuentes penitenciarias, los comprimidos eran de melatonina, una hormona natural que favorece la regulación de los ciclos de sueño, y que ya le fueron recetadas en el pasado por el médico. En esta ocasión, señalan las fuentes, Bárcenas optó por no obtenerlas por el conducto reglamentario.

El antiguo responsable de las cuentas del PP cumple desde el pasado 28 de mayo una condena de 33 años de prisión y 44 millones de euros de multa por la pieza central del caso Gürtel de corrupción, todavía pendiente de confirmar por el Tribunal Supremo. Su esposa fue condenada a 15 años de prisión en la misma causa, pero salió en libertad bajo fianza de 200.000, que depositó a las 24 horas de ingresar en el mismo centro penitenciario que su marido.

Bárcenas pasó el 29 de mayo su primera noche en la prisión de Soto del Real, la misma cárcel en la que estuvo 19 meses entre junio de 2013 y enero de 2015. El que fuera tesorero del PP empezó así su condena a 33 años y 4 meses por el caso Gürtel tras dictaminarse la prisión inmediata. Antes de volver a estar privado de libertad pudo conceder una extensa entrevista donde valoró que se trata de una “sentencia política”. A su juicio, la valoración de las pruebas practicadas en el juicio “no se han tenido en cuenta”. “Tengo la sensación de haber asistido a un juicio distinto al plasmado en la sentencia. Además, en la sentencia hay claros desequilibrios entre condenados por un mismo delito y las penas asignadas para cada uno de ellos”, manifestó.

trato de favor Ya entonces saltó la polémica porque Bárcenas se pudo reunir con su esposa solo unas horas después de que llegase al centro penitenciario gracias a que la dirección de la prisión autorizó para ambos una “comunicación extraordinaria”, unos encuentros recogidos en el reglamento penitenciario pero que no es habitual que se concedan a reclusos recién ingresados, por lo que no fueron pocos los que señalaron este hecho como un trato de favor. - DNA