La sala de enjuiciamiento de la Sala Penal del Tribunal Supremo denegó ayer las peticiones de libertad presentadas por la defensa de los líderes del procés presos al considerar que existe riesgo de fuga y que el juicio se celebrará próximamente. La Fiscalía ya se opuso a que fueran liberados en un escrito presentado la semana pasada. La Sala II del alto tribunal denegó también aplicar medidas cautelares menos gravosas como las comparecencias en el juzgado, control policial, prisión domiciliaria o utilización de dispositivos de rastreo telemático, tal y como solicitaban los letrados de Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquín Forn, Dolors Bassa y Carme Forcadell, todos ellos procesados por rebelión.
El expresident Carles Puigdemont, censuró esta decisión denunciando que “confunden la justicia con la venganza y el escarmiento”. “Europa ha dicho claramente que no hay rebelión ni sedición”, reaccionó a través de Twitter. Por su parte, el president Quim Torra consideró que la causa contra los presos es “una farsa” y denunció “una vez más esta indecencia y vergüenza que Catalunya está sufriendo en un momento de extrema gravedad política”. “Acabamos de saber que los tribunales retienen de nuevo a compañeros y amigos, honestos políticos y honorables demócratas, que sencillamente dieron voz al pueblo de Catalunya”, afirmó el jefe del Govern, para quien “en Europa son libres y en el Estado español están encerrados en la cárcel”. Torra añadió que en España “la separación de poderes brilla por su ausencia”. “No nos cansaremos de exigir que esto finalice: que los presos políticos sean libres y nuestro pueblo también”, zanjó
El tribunal considera procedente mantener la prisión preventiva y se apoya en la proximidad del juicio oral, la firmeza del auto de procesamiento así como la naturaleza y gravedad de los hechos indiciariamente atribuidos a los procesados. El Supremo no cree que hayan cambiado los motivos por los que el juez instructor, Pablo Llarena, decidió la medida de prisión preventiva pese a que las euroórdenes no hayan dado el fruto esperado después de que en Bélgica fueran inadmitidas por un error de forma y de que Alemania desestimara el delito de rebelión en el proceso de entrega de Puigdemont.
recusación El auto de la sala de enjuiciamiento, rubricado por el presidente del TS, Manuel Marchena, fue recusado por la defensa de Rull, Turull y Sànchez, quienes reclamaron que se aparte al presidente y a tres magistrados del tribunal que enjuiciará a la cúpula del procés por su proximidad con Llanera y porque admitieron la querella contra Forcadell. Los familiares de los presos independentistas expresaron su convencimiento de que “no tendrán un juicio justo”, y pidieron al Govern que trate “de garantizarlo”.